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Rebekah Brooks, la niña bonita sin escrúpulos de Murdoch

La jefa de la división británica del imperio mediático ascendió meteóricamente en la prensa británica gracias a su falta de reparos y su habilidad y encanto para rodearse de poderosos

En medio del escándalo de las escuchas ilegales del semanario News of the World a políticos, celebridades y otras personas, que ha terminado con el cierre ayer del tabloide sensacionalista, una persona ha salido hasta el momento indemne de la quema, incluso después de admitir prácticas de dudosa ética y de que jugó un importante papel en el inicio de dichas prácticas. Es Rebekah Brooks, antes Wade, la niña bonita de Rupert Murdoch. Tras dirigir el NoW entre 2000 y 2003, pasó al diario hermano, el también amarillo The Sun para, desde ahí, ascender a la jefatura de News International, la división británica del emporio del magnate australo-estadounidense, de quien está considerada una persona muy cercana.

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Pese a que en su día incluso admitió sin inmutarse ante el Parlamento británico haber pagado a policías por sus informaciones; pese a que durante su mandato comenzó la práctica de escuchas ilegales y se produjo el caso que ha conmocionado a los británicos -el pinchazo y manipulación del buzón de voz de Milly Dowler, una estudiante secuestrada y asesinada en 2002-, Brooks no sólo no ha perdido su puesto, como han reclamado numerosos diputados e incluso ha sugerido el primer ministro David Cameron, sino que ha sido públicamente respaldada por Murdoch, que, según diversas fuentes consultadas por The New York Times, "la adora". Anteayer, cuando estalló definitivamente, con la revelación sobre Milly Dowler, un escándalo que lleva coleando desde finales de 2005, el magnate emitió un comunicado desde EE UU en el que condenaba las escuchas y ponía al frente de la colaboración con la policía a la jefa de News International. Se interpretó, desde fuera y desde dentro del mismo tabloide, como un espaldarazo a la ejecutiva.

De 43 años, Brooks, que toma el apellido de su actual matrimonio, el segundo, es considerada una tigresa que ha trepado con constancia, audacia y, por lo que se ve, pocos escrúpulos, en el mundo de la prensa sensacionalista británica, dominado abrumadoramente por hombres. Como ha señalado el comentarista Henry Porter a la BBC, "es una de las personas más poderosas del Reino Unido, porque es la representante de Murdoch aquí, pero tenemos muy poca idea de ella como persona". En efecto, poco se sabe de su juventud, excepto que estudió en una escuela en Cheshire y que pasó por la Sorbona francesa. Una amiga de la infancia, Louise Weir, la describe a la cadena pública británica como más inteligente emocionalmente que intelectualmente. "Es muy encantadora y siempre se las ha arreglado para conseguir lo que quiere de la gente, incluso si no les gusta. Es una típica géminis, tiene su lado suave y encantador y su lado furioso".

Compañeros periodistas la describen como inteligente y algo misteriosa, sutil. Un antiguo director de The Mirror, otro periódico amarillo, cuenta cómo "te hace sentir que estás en su equipo", de forma que luego es más difícil criticarla.

Con esas maneras ascendió rápidamente a la dirección de NoW en 2000, convirtiéndose, a los 32 años, en la directora más joven de un periódico nacional británico. No tardó en enseñar las cartas. Fue en el caso del asesinato de la niña de ocho años Sarah Payne, a raíz de la cual orquestó una campaña de identificación de abusadores convictos de niños, campaña que fue considerada "irresponsable", una forma de que la ciudadanía se tomara la justicia por su mano, cosa que llegó a ocurrir cuando patrullas vecinales agredieron a inocentes. The New York Times extrae declaraciones de las memorias de Piers Morgan, periodista de la CNN que fue jefe de Brooks, en las que la describe como una periodista "sin reparos" con los medios para obtener información. Morgan cuenta un par de episodios que dan idea de su carácter, como la instalación de grabadoras ocultas en una habitación de hotel donde iba a entrevistar a un amante de Lady Di o la vez que se disfrazó de señora de la limpieza del Sunday Times, que iba a publicar una biografía del príncipe Carlos, para hacerse con un ejemplar recién impreso y poder usar el material para su diario.

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En 2003 pasó a dirigir el diario The Sun, también del imperio Murdoch, una especie de versión diaria del NoW. Al poco, tuvo que declarar ante el Comité de Cultura, Medios y Deporte de la Cámara de los Comunes (baja), donde, impertérrita, dijo: "Hemos pagado a la policía por informaciones en el pasado". Estaba admitiendo un delito, aunque luego reculó diciendo que no recordaba ningún caso concreto. A raíz de esa declaración, el analista Porter deduce que no se maneja tan bien bajo los focos como en un discreto segundo plano. Del Sun pasó hace dos años a su puesto actual.

Cuenta el NYT que es una persona bien conectada, siempre cercana a los poderosos, dispuesta a aprender a jugar al golf, a navegar o a montar a caballo para poder estar cerca de ellos. Monta de vez en cuando con el primer ministro, David Cameron, al que invitó a su fiesta de Navidad. The New York Times la sitúa como confidente de Cherie, la esposa de Tony Blair. Un exdirector del NoW, Phil Hall, la considera "muy influyente para la organización [News Corporation] a la hora de conseguir los contactos políticos que Murdoch quisiera tener".

Lo que sí está claro es su cercanía con Rupert Murdoch, que la ha aupado hasta la dirección de la división británica de su imperio mediático, que incluye tanto los tabloides The Sun y NoW como el más serio The Times o la plataforma de televisión por satélite BSkyB, de la que posee el 40% y tiene intención de hacerse con el 100%, movimiento que depende de la decisión del Gobierno. La respaldó públicamente el otro día ante la exigencia de su cabeza por parte de diputados británicos, entre ellos el líder laborista, Ed Miliband. Según el diario estadounidense The New York Times, la considera como una especie de "hija favorita". Una persona que conoce a Brooks y a Murdoch cuenta a este diario que el magnate "la adora, está muy, muy apegado a ella".

Rebekah Brooks, ayer, cuando abanonaba las oficinas del <i>News of The World</i>.
Rebekah Brooks, ayer, cuando abanonaba las oficinas del News of The World.PETER MACDIARMID (GETTY IMAGES)

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