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Rousseff manda al Ejército brasileño a las zonas devastadas

Declarado el estado de emergencia en siete municipios de Río

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, envió ayer al Ejército a la región montañosa del Estado de Río de Janeiro, arrasada por unas inundaciones que han provocado la muerte de más de 600 personas. La medida se ha tomado entre críticas crecientes al Gobierno por su lenta respuesta al mayor desastre natural que ha sufrido el país.

En pocas horas, el Ejército consiguió rescatar a 100 familias aisladas y desesperadas. Los militares, unos 250, van a ayudar también a despejar las carreteras y a distribuir alimentos. El gobernador de Río, Sérgio Cabral, declaró ayer el estado de emergencia pública en los municipios de Nueva Friburgo, Teresópolis, Petrópolis, Bom Jardim, São José do Vale do Río Preto, Sumidouro y Areal. La medida busca facilitar los trabajos de reconstrucción de la infraestructura y de las viviendas destruidas por las lluvias y, principalmente, por los deslizamientos de tierras, que sepultaron cientos de casas construidas en las faldas de las montañas. La policía de Río ha empezado a usar helicópteros para evacuar a los damnificados atrapados en zonas rurales, sin víveres ni agua.

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En contraste con la lentitud de las autoridades, la población está emocionada con el movimiento general de solidaridad desencadenado en todo el país. Unos jóvenes toxicómanos en proceso de rehabilitación consiguieron, a través de las redes de Internet, llenar dos camiones de comida y medicamentos y ellos mismos fueron a llevarlos desafiando las carreteras destrozadas. Otros deportistas de motocross llegaron hasta la zona llevando machetes para abrir camino en la vegetación y construir senderos por donde llegar hasta los pueblos aislados.

Cabral también anunció ayer que el Gobierno regional cederá terrenos donde construir unas 3.000 viviendas para parte de las cerca de 6.050 familias que han perdido sus casas y otras que tendrán que ser reubicadas por residir en áreas de riesgo.

Varios rescatadores buscan víctimas entre los escombros tras las inundaciones en Nueva Friburgo.
Varios rescatadores buscan víctimas entre los escombros tras las inundaciones en Nueva Friburgo.REUTERS
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