_
_
_
_
_

Rousseff nombra un equipo económico continuista en Brasil

La presidenta electa designa a tres ministros del entorno de Lula

Juan Arias

La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, confirmó ayer los nombramientos clave de su nuevo equipo económico, que, según los analistas, tiene "la cara de Lula" y "el corazón de ella". Se trata del actual ministro de Economía, Guido Mantega, que fue elegido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante su segundo Gobierno y mantendrá el cargo en el próximo Ejecutivo; Alexandre Antonio Tombini, un técnico bancario que también ha trabajado con el presidente saliente y que sustituirá a Henrique Meirelles como presidente del Banco Central, y de Miriam Belchior, actual responsable de la gestión de las obras públicas que ocupará a partir del próximo 1 de enero el Ministerio de Planificación.

Se podría decir que se ha tratado de un compromiso entre Dilma y Lula al escoger el motor de la economía de los próximos cuatro años. Los tres nuevos ministros provienen del ámbito del actual Gobierno de Lula, aunque no se ha tratado de los nombres que él hubiese preferido. Por ejemplo, Lula insistió hasta el último momento en conservar al ortodoxo Henrique Meirelles. Dilma lo rechazó. Ella tiene el corazón más técnico que político y quiso interrumpir la tradición de los últimos Gobiernos de tener al frente del Banco Central a un experto internacional en política monetaria más que a un técnico.

Por contra, Mantega y Belchior no eran las opciones preferidas de Dilma. Ganó en esto la batalla Lula, quien quiso mandar un mensaje de continuidad de la actual política macroeconómica conservadora.

Como afirmaba la analista económica más seguida del país, Miriam Leitão, del diario O Globo, el nuevo equipo económico de Dilma pertenece al "grupo de gastadores" más que al de la austeridad fiscal. Para Leitão: "Lo importante no es el nombre del presidente del Banco Central, sino el principio de autonomía de la institución". Según ella, con Dilma y con el nuevo presidente dicha autonomía "no está garantizada", o por lo menos no como lo estuvo con Lula.

Tombini, de 47 años, es sin duda un técnico del Banco Central de gran prestigio. Se doctoró en la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, tras haberse formado en la Universidad de Brasilia, y ha trabajado tres años en el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero lo que ha pesado a la hora de ser escogido por Dilma, afirma Leitão, es que él "no exigirá el respeto a la autonomía". De esa forma Dilma tendrá más en sus manos las decisiones últimas sobre la política monetaria. Dilma es partidaria de una bajada drástica de los intereses, hoy de un 10,75%, probablemente los más altos del mundo, pero que aseguraron a Lula la llegada de ríos de dólares y el control de la inflación en un 4%.

De izquierda a derecha, Guido Mantega, Miriam Belchior y Alexandre Tombini.
De izquierda a derecha, Guido Mantega, Miriam Belchior y Alexandre Tombini.REUTERS
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_