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Ruanda indaga la complicidad de París en el genocidio

La Comisión de Investigación ruandesa sobre el controvertido papel de Francia en el genocidio de 1994, durante el que fueron asesinados en 100 días 800.000 tutsis y hutus moderados, comenzó ayer con una serie de sesiones públicas en Kigali. Compuesta sobre todo por historiadores y juristas, la comisión escuchará a 25 testigos hasta el 31 de octubre y tiene como objetivo pronunciarse en los próximos seis meses sobre la posibilidad de denunciar a París por complicidad con el genocidio ante la Corte Internacional de Justicia. La Comisión pretende determinar si militares franceses entrenaron y armaron a las milicias que perpetraron el genocidio.

El primer testigo fue Jacques Bihozagara, uno de los fundadores de la rebelión tutsi del Frente Patriótico Ruandés (FPR), que ahora ocupa el poder en Kigali. Bihozagara acusó a París de haber lanzado la Operación Turquesa, de junio a agosto de 1994, para proteger a los genocidas hutuss. Según el Gobierno francés, esta operación militar, que contó con el visto bueno de la ONU, tenía como objetivo detener las matanzas.

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"Su Operación Turquesa no pretendía proteger a los genocidas porque el genocidio continuó en la zona bajo su control", señaló Bihozagara, que fue embajador en Francia. Según su tesis, las autoridades francesas pensaban que "un país francófono (Ruanda) era atacado por un país anglófono (Uganda, donde tenía su base el FPR) y afirmaron que había que ayudar a la francofonía".

Francia reemplazó a Bélgica como el poder colonial en Ruanda. Cuando la guerrilla tutsi lanzó su ofensiva contra el Gobierno hutu de Kigali, en los años noventa, Francia envió soldados al país africano que se quedaron como asesores hasta el principio del genocidio. París ha negado siempre cualquier implicación en las matanzas. En un caso concreto, las fuerzas francesas fueron acusadas, en la localidad de Bisesero, de facilitar el asesinato de unos 50.000 hutus al engañarlos para que abandonasen sus escondites. Otras informaciones acusan a Francia de haber permitido a los perpetradores del genocidio escapar a Congo gracias a la Operación Turquesa. Una investigación parlamentaria en Francia exculpó al Gobierno de entonces, aunque admitió que se cometieron errores.

"Entrevistaremos a gente como los milicianos que fueron entrenados por soldados franceses", aseguró Jean Paul Kimonyo, un miembro de la Comisión.

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