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Rusia culpa a EE UU de la crisis mundial

Medvédev quiere convertir a Moscú en un potente centro financiero

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, señaló ayer que gran parte de la responsabilidad por la actual crisis que azota al mundo recae en Estados Unidos. Al inaugurar el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el líder ruso no sólo se refirió a los problemas globales, sino que también habló de las aspiraciones de su país. Negó que el deseo de Rusia de reforzar su posición internacional con amplias inversiones en el extranjero se basara en ambiciones imperiales y se extendió sobre la necesidad de "reformar la arquitectura financiera global".

"La infravaloración de los riesgos por parte de las principales compañías financieras, unida a la política financiera agresiva de la principal economía del mundo, condujo no sólo a pérdidas para las corporaciones. La mayoría de la población del planeta se volvió, desgraciadamente, más pobre", manifestó Medvédev. El líder ruso continuó refiriéndose a EE UU al constatar: "La idea de que un solo país, aunque fuera el más potente, pueda asumir el papel de Gobierno global resultó ilusoria".

"Precisamente el hecho de que el papel formal de Estados Unidos en el sistema económico mundial no se corresponda con sus capacidades reales es una de las principales causas de la crisis actual", dictaminó Medvédev. "Por muy grande que sea el mercado estadounidense y por muy seguro que sea su sistema financiero, éstos no están en condiciones de sustituir los mercados de productos y financieros globales", afirmó. Para Medvédev, esto es una prueba de que se necesita reformar el sistema financiero internacional, modernizar la regulación de los mercados.

"Rusia es hoy un jugador a nivel global, y comprendiendo nuestra responsabilidad por el destino del mundo quisiéramos participar en la elaboración de las nuevas reglas de juego; no porque tengamos ambiciones imperiales, sino porque tenemos las posibilidades y los recursos necesarios", declaró Medvédev.

El líder ruso dijo querer convertir a la capital, Moscú, en un "potente centro financiero y al rublo en una de las divisas de reserva regionales". Y, por supuesto, integrar "más activamente a Rusia en el mercado mundial".

Rusia es hoy atractiva para los inversores de otros países, según Medvédev; de lo que se trata ahora es de estimular las inversiones de las compañías rusas en el extranjero. Rusia necesita esto para competir en condiciones de igualdad y para lograr un serio progreso tecnológico, explicó, al tiempo que subrayó que las inversiones rusas "no son de carácter especulativo ni agresivo".

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Hablando de la crisis de alimentos, Medvédev opinó que una de sus causas son las inversiones en el biocombustible. Y se refirió al egoísmo económico de algunos países, que han reaccionado con un rápido aumento de los precios de los productos alimenticios.

Por su parte, Carlos Gutiérrez, ministro de Comercio de EE UU, rechazó en el Foro de San Petersburgo las críticas a su país: aseguró que la política de Washington no se basa en el egoísmo económico y opinó que en realidad no hay crisis, sino un descenso del crecimiento económico.

Dimitri Medvédev, en San Petersburgo.
Dimitri Medvédev, en San Petersburgo.AP

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