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Al Sáder negocia entregar la mezquita de Nayaf al ayatolá moderado Alí Sistani

Los seguidores del líder rebelde siguen resistiendo en la ciudad santa de los chiíes de Irak

El clérigo radical Múqtada al Sáder renunció ayer a alguna de sus promesas para tratar de salir airoso de la crisis desatada por el asedio al que están sometidos cientos de sus fieles en el mausoleo de Alí en Nayaf. No parece ya dispuesto al "sacrificio" en defensa de los lugares santos. El líder de la segunda rebelión chií en el sur de Irak ordenó a sus lugartenientes que negociaran con el gran ayatolá Alí al Sistani la entrega del santuario. Delegados de éste se declararon dispuestos a "recibir las llaves del santuario cuando los partidarios de Al Sáder evacuen el lugar santo".

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Anoche, un portavoz de Al Sistani en Londres declaró a la agencia France Presse, que las llaves del mausoleo "habían sido entregadas". No trascendió sin embargo, ninguna confirmación de que los milicianos leales a Al Sáder hubieran abandonado el lugar santo.

Consciente de que el Gobierno de Ayad Alaui no olvida nunca el ofrecimiento de que podrá participar en la vida política del país si abandona la violencia, Al Sáder optó por implicar en la solución del conflicto de Nayaf al venerado gran ayatolá Alí al Sistani, moderado y siempre partidario de la negociación. Y ello a pesar de que los seguidores de ambos han mantenido serios enfrentamientos y de que sus estrategias ante la ocupación de Irak difieren radicalmente.

Pasadas las 12.00 (dos horas menos en la España peninsular), una delegación del abanderado de la insurrección se reunía con representantes de Al Sistani, convaleciente todavía en Londres de una afección cardíaca, para entregarle el control del santuario. "Esto significa entregar la administración a la autoridad religiosa", según indicó Alí al Shibani, portavoz de Al Sáder. "Seremos gente normal que visitará estos lugares. Cualquiera que quiera entrar, tendrá que dejar sus armas fuera".

"Su oficina en Nayaf ha sido instruida para recibir en un sobre sellado las llaves del mausoleo cuando sea evacuado", declaraba el portavoz de Al Sistani a la agencia Reuters. Con todo, el delegado del clérigo extremista continuó rechazando de plano el desarme del Ejército del Mahdi, la principal e irrenunciable demanda del Ejecutivo provisional.

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El primer ministro, Ayad Alaui, en una nueva muestra de que se decanta por resolver esta crisis sin que se produzca un baño de sangre en el lugar más venerado por los 130 millones de chiíes, declaró al mediodía a la televisión británica BBC que las fuerzas de seguridad no atacarían el mausoleo y tendió de nuevo una rama de olivo al clérigo extremista para que se incorpore a la política.

"Múqtada al Sáder es bienvenido al proceso político. No tenemos objeciones. Si tiene cualquier problema con el Gobierno o con las fuerzas multinacionales, puede ser elegido líder de Irak cuando se celebren las elecciones. Entonces podrá hacer lo que desee sin que nadie le invalide", manifestó. Alaui añadió que combatientes extranjeros habían "colocado explosivos en la mezquita de Alí para volarla", en el caso de que se produjera un asalto militar.

La confusión fue total durante varias horas de la tarde. Sabah Kadhim, portavoz del Ministerio del Interior, aseguró en Bagdad que la policía iraquí había entrado en la disputada mezquita y detenido a 500 de los insurgentes, y subrayó que el mausoleo estaba controlado por las fuerzas de seguridad y por las autoridades religiosas.

Inmediatamente, Al Shibani, el portavoz de Al Sáder, le desmintió y aseguró que se mantenían firmes entre los muros de la mezquita. "El santuario está controlado por el Ejército del Mahdi, que resistirá cualquier intento de la policía de tomar el control del mausoleo". "Se está procediendo a entregar el santuario al gran ayatolá Alí al Sistani". Un portavoz de los marines no pudo confirmar que las fuerzas de seguridad iraquíes se hubieran apoderado de la mezquita. Y poco después, la policía también aseguró a la cadena de televisión CNN que no habían tomado el lugar.

Los bombardeos de la aviación norteamericana fueron continuos y muy contundentes durante toda la madrugada de ayer. Aviones C-130 y helicópteros Apache castigaron las posiciones de los rebeldes muy cerca del mausoleo de Alí y del enorme cementerio de Wadi al Salam (Valle de la paz), en la ciudad santa. Por la mañana imperaba una tensa calma. El Ministerio de Sanidad informó de que durante la madrugada perecieron 77 personas en Nayaf, seis de ellas policías, y 13 en el distrito bagdadí de Ciudad Sáder, así llamado en honor al padre del jefe del Ejército del Mahdi, asesinado por el régimen de Sadam Husein en 1999.

Los militares de EE UU también mantienen abierto el frente de guerra en Faluya, a 50 kilómetros al oeste de Bagdad. Cinco civiles murieron ayer bajo las bombas. Y en Samarra, a un centenar de kilómetros al norte de la capital, dos soldados fallecieron al estallar una bomba al paso de su convoy.

Por otra parte, el periodista italiano Enzo Baldoni, del semanario Diario está desaparecido en las cercanías de Nayaf desde el jueves por la noche, según confirmaron ayer la Embajada italiana en Bagdad y varios periodistas italianos.

Soldados del Ejército del Mahdi, leales al clérigo chií Múqtada al Sáder, muestran sus armas en la ciudad santa de Nayaf.
Soldados del Ejército del Mahdi, leales al clérigo chií Múqtada al Sáder, muestran sus armas en la ciudad santa de Nayaf.ASSOCIATED PRESS

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