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Santos cambia su estrategia para ganar las presidenciales

El ex ministro colombiano contrata a un polémico asesor

Hay nerviosismo en la campaña presidencial del ex ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos. Las encuestas ya no lo dan como favorito para las elecciones del próximo 30 de mayo: en primera y segunda vuelta lo aventaja Antanas Mockus, matemático y filósofo, quien, con su discurso de legalidad y honestidad, ha conseguido el apoyo de jóvenes y abstencionistas. Santos decidió entonces mover fichas y relanzar su campaña con nueva imagen y nueva estrategia. Regresó al logo que representa a su formación, el Partido de la U, que nació para respaldar la reelección de Álvaro Uribe en 2006. A partir de ahora, pondrá más énfasis en la defensa del legado de Uribe en materia de seguridad.

Para asegurar el éxito, contrató como estratega a J.J. Rendón, un polémico publicista venezolano, antichavista y famoso por emplear todo tipo de artimañas para lograr la victoria de sus clientes. "Experto en propaganda negra", "difamador profesional" y "sembrador de rumores" son algunos de los calificativos utilizados por quienes lo conocen en Colombia, México -ha apoyado a varios candidatos del PRI-, y Venezuela.

Hasta Fabio Echeverri Correa, ferviente uribista, lo caracteriza como el "artífice de las grandes campañas sucias en Latinoamérica". Echeverri no ve sano para la democracia colombiana que Rendón, quien se presenta como psicólogo clínico, asesore a un candidato.

Sin escrúpulos

Tres de los asesores de la campaña santista se hicieron a un lado con la llegada de este hombre de 45 años, que ha demandado a varios medios de comunicación y periodistas por difamación y calumnia. Su último trabajo catapultó a Porfirio Lobo a la presidencia de Honduras.

Santos lo defiende. Y acepta que la decisión fue suya. Afirma que Rendón tiene muchos enemigos porque es exitoso. El estratega fue asesor en la creación del Partido de la U y de la campaña que llevó a esta formación, en sólo cuatro meses, a triunfar en las elecciones legislativas de 2006. Desde esa época, este extraño personaje, que aseguró en una entrevista que "si todo es dentro de la ley, no tengo escrúpulos", empezó a moverse en distintos ámbitos en Colombia. Fue asesor de Santos en el Ministerio de Defensa y apoyó programas en la Vicepresidencia. A él se le atribuye la acusación contra el hoy candidato liberal a la presidencia Rafael Pardo de tener nexos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que resultó ser un montaje.

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La guerra sucia contra Mockus y la ola verde que han generado su partido y sus ideas ya comenzó. En varias ciudades aparecieron vallas en las que se ridiculiza y denigra al candidato. Santos se lava las manos: asegura poder garantizar que su campaña no usará estas tácticas e invita a un cara a cara a Mockus, para debatir temas de seguridad y de política internacional.

Mockus pidió que no se responda con la misma moneda a las agresiones. Ayer, las autoridades reforzaron sus medidas de seguridad: hay rumores sobre un posible atentado contra la vida del candidato verde.

"La entrada de Rendón enrarece y tensiona una campaña que venía en un ambiente de defensa de ideas", señaló el analista León Valencia a este periódico. "El desespero empujó a Santos a esta decisión; pero han sido técnicas utilizadas por él y por el presidente Uribe". Y recordó el escándalo que enloda al DAS, el servicio de inteligencia del Estado. Desde allí se pincharon teléfonos y se enlodó a opositores del actual Gobierno. "Se va a llevar a la campaña presidencial lo hecho en el DAS", concluyó Valencia.

Antanas Mockus con una seguidora durante un acto de su campaña electoral, el martes en Bogotá.
Antanas Mockus con una seguidora durante un acto de su campaña electoral, el martes en Bogotá.AFP

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