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Sarkozy y Merkel acuerdan unir fuerzas para sacar a la UE de la "actual parálisis"

El presidente francés acude a Berlín nada más tomar posesión del cargo: "Hacen falta resultados y ya no queda tiempo"

El conservador Nicolas Sarkozy ha asumido hoy la presidencia de Francia en una breve y emotiva ceremonia tras la cual ha puesto rumbo a Berlín, donde se ha reunido con la canciller alemana, la también conservadora Angela Merkel, con el objetivo mútuo de relanzar el proceso institucional, paralizado desde el no francés y holandés a la Constitución en 2005.

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Para mostrar que "Francia está de vuelta en Europa", como dijo la misma noche de su victoria sobre la socialista Ségolène Royal, Sarkozy ha acudido a Berlin como "gesto de amistad" y también como "gesto político", según ha confesado el propio Sarkozy en una rueda de prensa conjunta ofrecida al término de su reunión. El presidente francés ha asumido la responsabilidad que tienen ambos países de trabajar unidos y cuanto antes para desbloquear la actual situación. "Hacen falta resultados y ya no queda tiempo", ha dicho. "La primera urgencia es sacar a la Unión Europea de la actual parálisis", tarea para la que ha reclamado la ayuda de Alemania.

Merkel, por su parte, ha dicho que "esta misma noche", tanto ella como Sarkozy, empezarán a trabajar en ese objetivo. Además, ha recordado que es necesario dotarse de un nuevo marco constitucional antes de 2009.

El motor franco-alemán deberá acelerar a tope si la canciller Merkel quiere coronar con éxito la presidencia alemana de turno de la UE, pues sólo quedan cinco semanas para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los próximos 21 y 22 de junio en Bruselas. Sarkozy y Merkel coinciden en la necesidad de hacer un tratado simplificado que permita a la Unión Europea de 27 países funcionar con eficacia.

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Sarkozy ha protagonizado en París una ceremonia de traspaso de poderes con su predecesor, el neogaullista Jacques Chirac, quien deja el poder tras doce años en el cargo y cuatro décadas en la política. En su discurso de toma de posesión, Sarkozy ha apelado a la unidad para crear una Francia fuerte. "Estoy dispuesto a trabajar con todos los que aman el país; para mí el servicio a Francia es una fe", ha señalado. El presidente, favorable a abrir su Gobierno al centro y a la izquierda, ha afirmado que para "servir a Francia no hay campos" sino solamente "las competencias, las ideas y las convicciones de aquellos que ponen por delante el interés general".

La ceremonia en el Elíseo ha comenzado a las 11.00, y ha sido minuciosamente preparada por los respectivos equipos de los presidentes saliente y entrante. Sarkozy ha comenzado su discurso con un homenaje a los presidentes anteriores a él, en particular a Charles de Gaulle, de quien ha dicho que "salvó la República en dos ocasiones". También ha tenido palabras de elogio para François Miterrand, quien, en su opinón, fue capaz de "presevar las instituciones".

El presidente, ha afirmado que no tiene derecho a "decepcionar a los franceses". Sarkozy se ha marcado la obligación de "obtener resultados" como una "exigencia" de su mandato de cinco años. "Defenderé la independencia de Francia y la identidad de Francia", ha asegurado. Además, se ha comprometido a luchar por una Europa que "proteja". Ha destacado también la unión del Mediterráneo, el desarrollo de Africa, la paz y el desarrollo sostenible, como otras de sus prioridades.

Homenaje a las víctimas del nazismo

Sarkozy, vigésimo tercer presidente de Francia y sexto de la V República, ha rendido homenaje por la tarde, en el Bosque de Boulogne, cerca de la localidad de Neuilly de la que fue alcalde y diputado, a 35 jóvenes resistentes a los que mató la Gestapo en agosto de 1944, justo antes de la liberación de París. Anoche, en su adiós radiotelevisado a los franceses, en el que expresó su "orgullo por el deber cumplido" y su "confianza en el futuro de Francia", Chirac deseó suerte a Sarkozy y se mostró convencido de que "tendrá empeño en conducir al país hacía adelante en los caminos del futuro".

REUTERS
Nicolas Sarkozy ha asumido la presidencia de Francia en una ceremonia de traspaso de poderes con su predecesor, el neogaullista Jacques Chirac, quien deja el poder tras doce años en el cargo.

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