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El futuro de los Balcanes

Serbia afirma que no se dejará "humillar por un Estado títere"

Kosovo será reconocido inmediatamente por Alemania, Francia y Reino Unido

El Gobierno de Serbia anuló ayer preventivamente la anunciada independencia del "Estado títere" de Kosovo, en palabras del primer ministro Vojislav Kostunica, país cuya vida Belgrado tratará de dificultar al máximo. Pese a las objeciones serbias al golpe de mano institucional previsto para el domingo en Pristina, la Unión Europea se propone el lunes reconocer los hechos y dejar a sus diferentes miembros actuar como consideren pertinente, con una mayoría partidaria de reconocer la independencia. Belgrado retirará por tiempo indefinido a sus embajadores en los países que lo hagan. Sólo un puñado, entre los que se encuentra España, esperará a que pase un tiempo antes de aceptar los hechos consumados.

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"No habrá mayor humillación para Serbia que suscribir o aceptar, aunque sea de forma indirecta, este Estado títere", mantiene el primer ministro Kostunica, cuyo Gobierno ayer dio por nula una independencia de Kosovo que considera arrancada por la fuerza a su país. "Es la primera vez que esto se hace y supone una grave violación del Derecho Internacional", manifestó Kostunica en una declaración radiotelevisada.

La anulación tiene un carácter esencialmente simbólico, aunque dará cuerpo a las medidas de represalia que prepara Belgrado. Entre otras, habrá un cierre de fronteras para los albanokosovares, a los que se dejará sin suministro eléctrico y sin intercambios comerciales.

Por más que Serbia, como Rusia, considere la declaración de independencia como una violación de la Carta de Naciones Unidas y del Acta Final de Helsinki, que reclaman el respeto a la integridad territorial de los Estados, la UE se ha puesto al paso de Washington, gran valedor de la independencia kosovar, y espera el lunes tomar conocimiento oficial de la anunciada separación.

Cinco años después de que EE UU invadiera Irak sin apoyo del Consejo de Seguridad y dividiera a Europa, el impulso de Washington a la independencia kosovar vuelve a fragmentar a la UE. La mayoría de los Veintisiete (incluidos Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) reconocerá la independencia y aceptan la tesis de que la resolución 1244 del Consejo de Seguridad permite una intervención comunitaria que comienza por el despliegue de la misión -de 2.000 entre policías, jueces, funcionarios de prisiones y aduanas- encargada de contribuir a la viabilidad del nuevo país.

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Esa misión comunitaria toma el relevo de otra de Naciones Unidas (UNMIK) que ha mantenido la provincia como un protectorado desde 1999. "Con la 1244 y la declaración del secretario general de Naciones Unidas del pasado 3 de enero de que toma nota de la disposición de la UE a desarrollar un papel más importante en Kosovo, nos es suficiente para actuar", dice una fuente responsable comunitaria.

España ha optado por desempeñar un papel pasivo en esta misión a la que contribuirá, en principio, con el simple trasvase de los funcionarios asignados a la misión UNMIK. Madrid forma parte de un grupo de capitales recelosas ante la independencia kosovar y no se plantea reconocerla en un plazo inmediato, al igual que Grecia, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria y Chipre. Las autoridades chipriotas temen que Kosovo sea visto como un precedente por la República Turca de Chipre del Norte, reconocida sólo por Turquía tras la invasión de 1974.

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