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Taylor dice en La Haya que las acusaciones contra él son "mentiras"

El ex presidente de Liberia se enfrenta a cargos por asesinato, violación de civiles y uso de niños soldado

Charles Taylor, ex presidente de Liberia, dio hoy un suspiro de resignación y cruzó las manos sobre la mesa antes de abrir el turno de la defensa en el caso seguido en su contra ante el Tribunal Especial para Sierra Leona. Es el primer mandatario africano, aunque fuera derrocado y huyera al exilio en Nigeria antes de ser apresado en 2003, que afronta la justicia internacional. Él, que pasó de líder rebelde en 1990, a presidente de su país nueve años después, no quiere entrar en la posteridad como el "señor de la guerra" encarcelado por traficar con diamantes y sembrar de mutilados el oeste de África. Los cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad que se le imputan, no son modernos desde el punto de vista jurídico. Pero se enfrenta a la maquinaria judicial de tribunales como el que le procesa, o bien la Corte Penal Internacional, que los han aupado a la vanguardia de la lucha contra la impunidad. Por eso cuidó su estreno como primer y más importante testigo de su propio caso. Una comparecencia larga en su primera jornada, que se prolongará todavía varias semanas, y ofreció momentos de gran intensidad.

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El abogado le había pedido su opinión acerca de las acusaciones de "terrorista, violador y asesino", y Taylor, algo condescendiente, hizo un canto a la paz en su respuesta. "Tengo 14 hijos y nietos y amo a la humanidad. Por eso he luchado siempre a favor de la justicia y la equidad", dijo. A continuación, y en el mejor estilo de sus tiempos de predicador baptista laico, profesó su inocencia trasladando la culpa a la fiscalía. La increpó por acusarle de haber armado al Frente Unido Revolucionario (FUR) durante la guerra civil de Sierra Leona. "Es increíble que debido a la desinformación, mentiras y rumores, hayan acabado por describirme de ese modo", señaló con firmeza, parapetado tras sus gafas oscuras. "Nunca he sido, soy ni seré nada de todo eso. Es falso y malicioso y no digo más".

El antiguo político liberiano llevaba meses ensayando esta presentación. Le resulta vital desmontar una de las acusaciones más llamativas que se le hacen: el tráfico de diamantes. "Nunca, jamás, recibí diamantes por parte de los miembros del FUR. Ni en jarras de mayonesa, ni en latas de café, ni en nada. Es una mentira diabólica", clamó ante la sala de vistas, llena hasta a bandera. La defensa ha decidido no negar las atrocidades cometidas por los rebeldes sierraleoneses. Son irrefutables porque fueron documentadas y filmadas en directo en su día. En su lugar, ha optado por otra línea argumental más sutil. Presenta a Taylor como el hombre que trató de ganar la paz para Sierra Leona, y castigó los desmanes que se le atribuyen. Un político de altura, y no un delincuente resuelto a controlar minas de diamantes desde Liberia, valiéndose de asesinatos, esclavismo sexual y niños soldado hasta causar más de 250.000 muertes. "Soy inocente de todo eso", dijo él. "Es imposible que se entrometiera en Sierra Leona mientras dirigía los asuntos de Estado en su tierra", añadió la defensa.

En cuanto concluya su declaración, este descendiente de los esclavos liberados tras la guerra civil de Estados Unidos, que fundaron Liberia en el siglo XIX, llamará a 249 testigos. De su pericia y la de sus asesores en interrogarles, dependerá que acabe o no sus días en una celda del Reino Unido. Londres ha aceptado guardarle de ser condenado.

El ex presidente de Liberia, Charles Taylor, a la derecha, durante la sesión de ayer en el Tribunal Especial para Sierra Leona en La Haya.
El ex presidente de Liberia, Charles Taylor, a la derecha, durante la sesión de ayer en el Tribunal Especial para Sierra Leona en La Haya.AP
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El ascenso y caída de un señor de la guerra africano

1989 Dirige la rebelión en Liberia.

1991 El RUF comienza su alzamiento en Sierra Leona.

1995 Acuerdos de paz en Liberia.

1997 Es elegido presidente.

1999 Los rebeldes Lurd de Liberia inician su insurrección para derrocar a Taylor.

Junio de 2003 Orden de arresto contra él.

Agosto de 2003 Dimite y se exilia en Nigeria.

Marzo de 2006 Es arrestado y extraditado a Sierra Leona.

Junio de 2007 Comienza su juicio en La Haya.

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