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Tercera noche de disturbios en un pueblo del sur de Francia

La localidad de Firminy fue escenario de nuevos enfrentamientos entre la policía y un grupo de jóvenes que incendiaron varios establecimientos comerciales y coches

Por tercera noche consecutiva, la ciudad de Firminy, en la periferia de Saint Etienne (Loire, sur de Francia) se va visto sacudida por disturbios y enfrentamientos entre la policía y grupos de jóvenes. El detonante de la revuelta es la muerte, ocurrida el miércoles, en la comisaría, de Mohamed Benmouna, que había sido detenido. La policía sostiene que Benmouna se suicidó, ahorcándose en una celda. La autopsia lo corrobora, ya que no ha revelado ningún signo de violencia, según aseguró ayer la Fiscalía. La cámara de circuito cerrado emplazada en esa celda y que, en teoría, debería haber grabado lo que ocurrió, no funcionaba y no registró nada.

Los jóvenes desconfían de la versión policial. La familia ha denunciado el hecho en aras "de arrojar luz sobre este asunto". Así, a las 11 de la noche de ayer, un centenar de jóvenes que se habían reunido al pie de la casa de Benmouna, para apoyar a la familia, comenzaron a insultar a la policía y a lanzar piedras a los agentes. La policía respondió con gases lacrimógenos. Los jóvenes respondieron a su vez con una noche de revueltas: quemaron varios coches y las tiendas de un pequeño centro comercial que se encontraba cerca: una peluquería, una panadería y una farmacia acabaron reducidas a cenizas. Tres adolescentes fueron detenidos.

Hoy por la mañana, según la policía, la calma ha regresado a Firminy. De cualquier forma, el despliegue policial (más de 150 agentes y un helicóptero) continuará a lo largo del fin de semana.

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