_
_
_
_
_

Texas conmuta la pena de muerte a un reo acusado de llevar en su coche a un asesino

El perdón para Kenneth Foster, convertido en un símbolo contra la pena capital, llegó en el último momento

En el año 1996, Kenneth Foster, de 19 años y raza negra, ayudó a escapar a Mauricio Brown, quien había asesinado a Michael Lahood, el hijo de un importante abogado blanco al que pretendían robar. Brown fue senteciado el año pasado; la ejecución de Foster, prevista para hoy, ha sido conmutada por una cadena perpetua en el último momento.

Tanto el fiscal, el juez como el jurado que condenaron a Foster admitieron que éste no participó en el asesinato. Kenneth Foster fue juzgado bajo la llamada Ley de Partes, por la que un cómplice es tan culpable como el propio ejecutor del delito. La sentencia, además, recoge que Foster no previó el asesinato, aquella noche en la que él, junto a cuatro amigos ya habían cometido dos atracos.

La víctima fue escogida al azar; como contó en una entrevista al diario Le Monde. Querían llevar a Lahood a su casa y robarle. Sólo recuerda el momento del disparo, y el rostro pálido de Mauriceo Brown. Tuvo miedo y pisó el acelerador.

El martes pasado, Kenneth Foster había agotado todos los recursos ante los tribunales; sólo quedaba recurrir al gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, quien en el último momento ha conmutado la pena de muerte por una cadena perpetua.

Un símbolo contra la pena de muerte

El caso de Foster es un símbolo de la lucha contra la pena de muerte en EE UU. Él mismo se ha convertido en un líder en el corredor de la muerte, impulsando el movimiento Drive, para denunciar la situación de los presos en el corredor.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero Foster no relaciona su condena con el color de su pie: "Sé que es injusto, conozco el racismo que existe en Estados Unidos. Pero nosotros debemos ser inteligentes, por lo menos tanto como los que nos dirigen".

"No quiero oraciones ni velas. Quiero que luchen y se movilicen por mí, que muestren a estos políticos que hay individuos que piensan de otra forma", pedía Foster en la citada entrevista.

La ejecución de Foster estaba programada para hoy. De llevarse a cabo, Texas habría ejecutado por inyección letal a tres personas en menos de 48 horas. Sólo el perdón del gobernador republicano Rick Perry ha salvado a Kenneth Foster.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_