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Trasladados dos grupos de guerrilleros como parte de las excarcelaciones en Colombia

Granda asegura en un comunicado que sólo mediará en el proceso si las FARC lo autorizan

El Gobierno colombiano continuó ayer el proceso de excarcelación masiva de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Lo hizo mediante el traslado de un segundo grupo de insurgentes, que pasaron de la prisión de Chiquinquirá, al norte de esta ciudad, a un centro vacacional en Chicoral, en el sur. Un primer contingente de 56 viajó el martes y ayer fue el turno de otros 54. Hoy debe completarse el traslado a este lugar de clima cálido, piscinas y jardines. En este centro se prepararán, con ayuda de psicólogos y trabajadores sociales, para volver a la vida civil.

Hasta el momento, los guerrilleros trasladados no han comparecido ante la prensa.

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La oficina del Alto Comisionado para la Paz, dirigida por Luis Carlos Restrepo, asegura que la petición de estos hombres y mujeres es mantener un perfil bajo, ante la expectación que ha despertado en los medios de comunicación el plan de excarcelación, ya que temen por sus vidas y algunos no pueden regresar a sus lugares de origen.

En cuatro semanas todos saldrán de Chicoral y se unirán al programa de reinserción oficial, que acoge a todos los que abandonan de manera voluntaria a los grupos armados al margen de la ley.

El primer liberado de las FARC fue Rodrigo Granda, que salió de la cárcel el pasado lunes. Y aún continúa la polémica. ¿Existe alguna negociación paralela entre Francia y el grupo guerrillero para negociar el rescate de Ingrid Betancourt, ciudadana franco-colombiana y parte del grupo de secuestrados canjeables que tiene la guerrilla en su poder?

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La duda, que ronda desde hace días, aumentó con el comunicado del llamado canciller Granda, en el que asegura que sólo cumplirá gestiones de paz si las FARC lo autorizan. La salida de Granda de una prisión de alta seguridad se debió a la petición expresa del presidente francés, Nicolás Sarkozy. Permanece desde entonces en la sede de la Conferencia Episcopal de Bogotá.

Granda habla en su comunicado de la "loable intervención del presidente francés" hacia su libertad, pero asegura que ésta fue desvirtuada por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con su intención de dividir a las FARC, soltando "desertores, reinsertados y oscuros personajes" de las cárceles.

Ayer se aguardaba una respuesta del comando central de las FARC, que desde distintos frentes se espera que sea positiva.

Y hay otro punto no aclarado: el Gobierno paraguayo ha anunciado que pedirá la captura y extradición de Granda, acusado de asesorar, vía Internet, a los secuestradores y posteriores asesinos de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas.

En medio de este largo y todavía confuso proceso, hay un hecho cierto: la lista de secuestrados canjeables ha aumentado. El lunes por la noche, mientras el presidente Uribe explicaba al país en una alocución televisada el porqué de su decisión de liberar unilateral y masivamente a guerrilleros, las FARC secuestraban al capitán Guillermo Javier Solórzano, comandante de policía de Florida, uno de los dos municipios que esta guerrilla solicita sean desmilitarizados para sentarse a hablar con el Gobierno.

La esposa del oficial asegura que fue una casualidad; los guerrilleros, dice, no le buscaban a él. Estaba en su día de descanso: se lo llevaron en una finca propiedad de un comerciante que también fue secuestrado.

Por su parte, Sarkozy asegura en una entrevista que publica hoy el diario francés Le Figaro que no tiene esperanza de que se produzca, "a día de hoy", un "desenlace rápido" del cautiverio de Betancourt, informa Efe.

El jefe de Estado francés aprovecha su primera entrevista desde que llegó al Elíseo, el pasado 16 de mayo, para rendir "homenaje" a Uribe por acceder a su petición de liberar a Rodrigo Granda. Pero subraya que "lo que ha sido hecho hasta ahora era necesario pero no suficiente" para desbloquear la situación.

Consciente de que la "negociación es muy difícil", Sarkozy indica, no obstante, que "otras conversaciones tendrán lugar" sobre el conflicto colombiano y especialmente sobre la crisis de los rehenes de las FARC].

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