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El Tribunal Constitucional checo acepta el tratado europeo

El Tribunal Constitucional de la República Checa dictaminó ayer que el Tratado de Lisboa no vulnera las leyes de este país, que presidirá la UE durante el primer semestre de 2009. Con esta decisión, se elimina uno de los últimos obstáculos para la ratificación del texto, que ahora queda en manos del Parlamento checo.

El tratado cuenta con el aval del Gobierno de centro-derecha dirigido por el primer ministro Mirek Topolánek, que en principio lo apoya, aunque con reservas.

El paso del texto por el Parlamento debería ser una formalidad, ya que los euroescépticos del partido liberal ODS han perdido la mayoría en el Senado y no pueden bloquearlo. La ratificación no está, sin embargo, garantizada. Algunos euroescépticos afirmaron ayer que el Parlamento no debería ratificar el tratado hasta que lo haga Irlanda, cuyos ciudadanos lo rechazaron en un referéndum en junio pasado.

Uno de ellos es el presidente checo, Václav Klaus, que calificó la decisión del Constitucional de "subjetiva" y "conceptualmente errónea". "Ha sido una decisión política", afirmó Klaus, que se niega a estampar su firma en el tratado hasta que lo ratifique Irlanda.

El texto también está pendiente de Polonia, cuyo presidente, Lech Kaczynski, no lo ha firmado pese a que ya fue ratificado por el Parlamento.

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