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Turquía y Brasil centran en la energía su nueva relación económica

Lula es el primer mandatario brasileño en visitar Ankara.- Ambos Estados quieren reiniciar una relación firmada hace 151 años

Brasil y Turquía han aprovechado una cumbre bilateral de dos días para reactivar una relación comercial centenaria y abrir nuevas vías de colaboración en sectores como el energético, el aeronáutico, el automotriz y el textil.

La visita del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a Ankara ha concluido hoy con la decisiva apuesta de ambos Estados por continuar una relación iniciada hace 151 años con la firma de un acuerdo entre Brasil y el Imperio Otomano. En un gesto simbólico, el presidente turco, Abdullah Gül, regaló a Lula una copia de aquel documento y destacó que su visita, la primera de un mandatario brasileño a Turquía, abre una nueva página en la relación de los dos países.

Lula: "Turquía y Brasil son dos países emergentes con mucho por construir aún. Así que hagámoslo juntos"

Una etapa en la que la energía desempeña un papel esencial y en la que es pieza esencial el acuerdo firmado hoy entre la petrolera estatal brasileña, Petrobras, y la Corporación de Petróleo Turca para realizar prospecciones en el mar Negro, por valor de 800 millones de euros.

La importancia de ese convenio fue destacada por ambos presidentes, que compartieron su optimismo ante la posibilidad de hallar yacimientos de petróleo. También coincidieron en expresar su interés por cooperar en nuevas tecnologías energéticas y en la producción de etanol y biodiésel.

En ese sentido, Gül subrayó el éxito de Brasil en la producción de carburantes ecológicos y apostó por trabajar en esa línea. Por su parte, Lula garantizó que su país no empleará cultivos turcos para generar esos combustibles, aunque sí propuso que ambos países inviertan en la producción de biodiésel y etanol en naciones africanas.

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Gül y Lula coincidieron también en la idea de abrir conexiones aéreas directas entre São Paulo y Estambul para facilitar negocios conjuntos.

Las delegaciones de empresarios y políticos que han participado en los encuentros de estos dos días manifestaron su decepción por el aún reducido volumen de la balanza comercial entre Turquía y Brasil. Pese a que en 2008 alcanzó una cifra de 1.800 millones de dólares, un 400% más que en 1999, los expertos consideraron que esa cantidad está muy por debajo del potencial económico de las relaciones comerciales turco-brasileñas.

Durante los encuentros oficiales en Ankara se debatió también sobre la reactivación de la comisión conjunta turco-brasileña creada hace 10 años. Lula defendió que el grupo se reúna al menos una vez cada dos años y la creación de una cámara de comercio conjunta.

Brasil, como tercer productor aeronáutico del mundo, mostró también su deseo de fabricar aviones conjuntamente con Turquía.

En el ámbito financiero, Turquía destacó la posición de Brasil respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que Ankara sigue desde hace décadas las recomendaciones de ese órgano.

En su despedida del país, Lula envió un mensaje a los empresarios turcos: "Turquía, con 72, y Brasil, con 190 millones de habitantes, son dos países emergentes con mucho por construir aún. Así que hagámoslo juntos".

Lula, con el presidente turco, Abdullah Gül
Lula, con el presidente turco, Abdullah GülAP

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