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La UE pactará con Serbia sin exigir la entrega de Mladic

Holanda retira el veto para la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación

El Gobierno holandés levantó ayer las objeciones formales a la firma de un Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA) entre la Unión Europea y Serbia. Esto permitirá hoy a los ministros de Exteriores comunitarios ofrecer ese aliciente a Belgrado con ánimo de reforzar electoralmente a las fuerzas proeuropeas serbias en las elecciones legislativas y municipales del 11 de mayo.

De lo que se trata es de hacer un gesto político ante el electorado serbio

Holanda aparca de momento sus objeciones de fondo, pero mantiene que no habrá ratificación de este primer paso hacia la integración de Serbia en la UE, hasta que el general Ratko Mladic, acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad en Bosnia-Hercegovina, no sea entregado al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), en La Haya.

Un eventual triunfo el 11 de mayo de los radicales complicaría mucho la ya de por sí compleja relación entre Belgrado y la UE y afectaría al norte de Kosovo, donde la minoría serbia concentra su batalla contra la secesión de un territorio que consideran suyo. Se repite la situación creada en febrero, cuando el europeísta Borís Tadic ganó in extremis la segunda vuelta de las elecciones presidenciales serbias. Entonces Holanda, secundada por Bélgica, no cedió y vetó la firma del AEA. Para ayudar a Tadic frente al candidato del Partido Radical, el ultranacionalista Tomislav Nikolic, los Veintisiete se sacaron de la manga un acuerdo provisional de cooperación para mostrar a los serbios que la UE cuenta con ellos.

Qué hacer con ese acuerdo (apoyado por el Partido Democrático de Tadic y rechazado por el del primer ministro Vojislav Kostunica, furioso con la independencia unilateral de Kosovo) fue la espoleta que provocó la disolución del Parlamento.

Ante la nueva cita electoral, Bruselas ha incrementado la presión diplomática sobre Holanda, como ha denunciado en La Haya la oposición de liberales de derecha y socialistas radicales, que hablan de "concesiones a las presiones internacionales para firmar el preacuerdo para favorecer a los serbios procomunitarios".

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La coalición de centro-izquierda envía al ministro de Exteriores, Maxime Verhagen, con permiso para levantar el veto a la entrada en vigor del AEA con Serbia "siempre que ello no implique concesiones extraordinarias ni ventajas hasta que Mladic aterrice en La Haya", de acuerdo con el mandato con que hoy llega a Luxemburgo. Verhagen "tendrá que ser creativo en la fase negociadora que comienza", según la misma orden.

Creatividad con las formas nunca falta en la UE. Una fuente diplomática europea quitaba ayer importancia al hecho de que Holanda pudiera no ratificar lo que hoy se apruebe hasta que Mladic esté en el banquillo. De lo que se trata es de hacer un gesto político, por vacío que sea, ante el electorado serbio.

El AEA ya fue acordado entre Bruselas y Belgrado en noviembre, cuando quedó supeditado a la colaboración de Serbia con el TPIY. El primer ministro Kostunica mantiene que las circunstancias han cambiado con la escisión de Kosovo reconocida por 17 Gobiernos de la UE. Según él, hay que abordar la nueva realidad con Bruselas, que podría creer que la firma de un acuerdo con Belgrado equivale a la aceptación serbia de la nueva situación de Kosovo.

Justicia internacional en los Balcanes

- El Tribunal Penal internacional para la ex Yugoslavia tiene competencia en materia de crímenes de guerra, contra la humanidad y de genocidio cometidos a partir de 1991.

- Presupuesto: 176 millones de euros en el bienio 2006/2007. El Tribunal dispone de 1.173 empleados.

- La institución cuenta con 16 jueces permanentes.

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