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La matanza en la prisión de Catia supera a la del golpe

En el Retén de Catia, una cárcel de Caracas sobrecargada con algo más de 3.000 presos, se produjo durante las horas del golpe una matanza cuyas dimensiones empiezan a salir a la luz. El ministerio de Justicia reconoce que el número de muertos asciende a 63 muertos, el gobernador de Caracas habla de más de 100 y el periódico El Nacional eleva la cifra a más de 200. Si se confirma esta cifra, la matanza de Catia sería mayor que las muertes provocadas por el intento de golpe.Retén de Catia fue el título de un libro de mucho éxito aparecido en los años 70. El libro relataba los horrores de ese penal, situado en el barrio caraqueño del mismo nombre. Lo ocurrido en las horas del golpe del pasado viernes en el penal pasó desapercibido en un, principio, porque la atención estaba centrada en la sublevación militar.

Tres días después de los hechos, las versiones son contradictorias e interesadas, según partan de las autoridades o de los presos y sus familiares. Las autoridades no son capaces de dar, ni siquiera con certeza, la cifra de presos.

Todo parece indicar que, al amparo de la situación caótica desencadenada con la asonada militar, los presos intentaron una fuga que acabó en una matanza de dimensiones todavía no esclarecidas.

El gobernador de Caracas, Antonio Ledezma, del partido, Acción Democrática (AD), en el Gobierno, aseguró: "Lo del Retén de Catia tiene vinculación con la insurrección golpista, porque no hay duda de que lo que se pretendía era crear un caos en Caracas y que salieran a la calle más de 3.000 reclusos y eso tuvo que controlarse a costa de muchas vidas".

Considera el gobernador que el número de muertos rebasa el centenar y recalca que lo ocurrido confirma una declaración anterior suya, en la que había calificado de "bomba de tiempo" al Retén de Catia.

La versión de los presos y sus familiares discrepa por completo de la oficial. Aseguran que se trató de aplicar la ley de fugas, para eliminar a buen número de presos, Los familiares pasaron el fin de semana peregrinando desde las inmediaciones del penal hasta los hospitales en busca de sus allegados. Vecinos del penal aseguran que buen número de cadáveres fueron arrojados a una quebrada cercana y arrastrados por las aguas.

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En las cercanías del penal se agolpaban los familiares, que deseaban recibir alguna noticia de sus parientes presos. Las autoridades penitenciarias iniciaron el domingo un traslado masivo de presos en autobuses.

Del penal a la 'morgue'

A las siete de la mañana de ayer [mediodía en España] ya se reunían en una calleja de acceso al penal unas decenas de familiares, que suplicaban poder llevar a los presos un paquete con comida, porque llevan varios días sin comer. María, ama de casa y madre de un joven de 19 años, el mayor de sus cinco hijos, dice: "Los están matando como a perros". Durante el fin de semana, en la morgue, María revisó unos 30 cadáveres que le presentaron como procedentes del penal, pero no encontró entre ellos a su hijo.En un descuido de los policías, el enviado de este periódico pudo acercarse al penal. Tras los barrotes, los presos se aturullaban y quitaban la palabra para denunciar a gritos su situación: "Tenemos hambre. Llevamos cinco días sin comer; hay gente desmayada y deshidratada. La Guardia Nacional [policía militarizada] entró y saqueó todas las pertenencias".

A la pregunta sobre el número de muertos, unos gritaban que más de 100 y otro elevó esa cifra a 540. Uno de los presos reclamaba: "Tienen que dragar el río de aquel lado para sacar los cadáveres. Otro negó que hubiese un intento de fuga: "Abrieron la puerta, para que saliéramos y disparar sobre nosotros".

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