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Entrevista:HOSHYAR ZEBARI | Ministro de Exteriores iraquí

"Vamos a necesitar un poco de paciencia estratégica para pacificar Irak"

Ramón Lobo

Hoshyar Zebari, de 53 años, es ministro de Exteriores de Irak desde 2003. Kurdo del partido fundado por Mustafá Barzani, es un político aceptado por casi todos: por los kurdos del enemigo Jalal Talabani (hoy presidente de Irak), chiíes y estadounidenses. Todos menos los suníes. Llegó a España para participar en la inauguración de la Casa Árabe y para impulsar las relaciones bilaterales. "Mi presencia aquí es una demostración del interés. Hay que mirar al futuro y no ser prisioneros del pasado. Otros países también retiraron sus tropas y pasaron de una ayuda militar a otra civil".

Pregunta. ¿Cómo está funcionando el nuevo plan de seguridad?

Respuesta. Está haciendo progresos. Nosotros lo vemos; ustedes, no. Tenemos el apoyo de la población más allá de las divisiones sectarias. No es sólo un plan militar, también lo es político, económico y de mejora de los servicios. Los resultados no se verán de forma instantánea, quizá lleve varios meses.

"Hay que mirar al futuro con España y no ser prisioneros del pasado. Otros retiraron sus tropas y pasaron de una ayuda militar a otra civil"
"Si hubiera cualquier retirada prematura de las tropas de Estados Unidos sí que habría una verdadera guerra civil en Irak"
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P. ¿Qué tiene de diferente para que pueda funcionar?

R. Es un plan iraquí apoyado por la coalición. Esta vez estamos al frente, y no los norteamericanos, porque entendemos mejor la mentalidad y la cultura. El objetivo es recuperar la confianza de la gente. Es un plan que actúa contra cualquier tipo de violencia sin importar si el barrio es chií o suní.

P. Múqtada al Sáder en un aliado del Gobierno o un enemigo.

R. Múqtada tiene un grupo parlamentario y cuatro o cinco ministros. En ese aspecto es un aliado que tiene que cumplir sus responsabilidades. El Gobierno no tolerará que nadie rompa la ley y desafíe su autoridad, sea el Ejército del Mahdi o cualquier otra milicia. Ése es el mensaje a él y a otros. O estás en el Gobierno y acatas sus decisiones o lo dejas. La decisión es suya.

P. A EE UU le gusta centrarse en un enemigo. Ahora, parece que esa persona es Múqtada. Pero la realidad en Irak es compleja...

R. ¡Mucho más! Las fuentes de la violencia tienen varios orígenes. La principal procede de la gente del antiguo régimen. La otra es Al Qaeda y los extremistas extranjeros. También tenemos una violencia local y desde hace un año otra sectaria. No hay una única fuente. Alguna es iraquí y otra procede de fuera. Viene de España, por ejemplo, donde las redes islamistas reclutan yihadistas en el norte de África para enviarlos a Irak.

P. Puede existir la percepción en alguna gente de que derribar a Sadam Husein fue un error.

R. La decisión fue la correcta. Legítima. Es nuestro punto de vista y el de la gran mayoría de los iraquíes. Es verdad que se cometieron errores. Por parte de los norteamericanos y por nuestra parte. Pero no puede servir de excusa para condenar el cambio. Las bombas diarias, que están ocupando los titulares, no permiten ver lo mucho que ha cambiado el país. El problema es que en estos tres años la gente tuvo expectaciones poco realistas. Para pasar de un régimen dictatorial que ha estado en poder 30 o 40 años a otro democrático se necesita un cambio de mentalidad.

P. ¿Cuáles fueron esos errores?

R. El cambio de una misión de liberación -que era brillante y moralmente justificada- a otra de ocupación, adoptada por el Consejo de Seguridad, fue, sin duda, el mayor de todos. Aquellos días presionamos, suplicamos y lo advertimos: se trataba de una medida que crearía una gran animosidad. El desmantelamiento del Ejército y de las instituciones también se hizo sin demasiadas consultas.

P. ¿Cuántos años se van a necesitar para que se pacifique Irak?

R. Vamos a necesitar un poco de paciencia estratégica para pacificar Irak. No hay soluciones rápidas. Hemos cambiado todo un sistema de valores.

P. ¿Está Irán en el campo de los que desean la pacificación de Irak?

R. Está en su interés que se pacifique Irak. Nuestro mensaje es que no queremos que Irak sea un campo de batalla de otros a nuestra costa. Por una parte, Irán apoya al Gobierno constitucional iraquí liderado por los chiíes, pero por otro lado tiene dificultades con EE UU. Lo que queremos es que adopte acciones claras. Tiene que apoyar al Gobierno en vez de apoyar a individuos y milicias.

P. Cree que Estados Unidos está en camino de cometer otro error, ahora en Irán.

R. Todo lo que pase en la zona nos afecta. Hemos tratado de ayudar a suavizar las tensiones. Para mejorar la situación en Irak necesitamos un entorno más tranquilo.

P. ¿Se puede llamar guerra civil el enfrentamiento chií-suní?

R. Hay violencia y ha aumentado, pero no es una guerra civil. No tiene ninguna de sus características. No existe una violencia nacional, sino que está localizada en Bagdad y otras zonas. Los chiíes no matan a sus vecinos, o viceversa, por el hecho de ser de otra confesión. Los políticos aún tienen la voluntad de trabajar juntos y tampoco se ha producido una división en la administración, unos ministerios con unos, otros con los otros.

P. ¿Qué opina de la retirada británica del sur?

R. La naturaleza del problema en el sur de Irak es diferente. Es relativamente una zona segura. Esto es una indicación de que hay confianza en la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes.

P. Mejoraría o empeoraría la situación sin los norteamericanos.

R. La continuidad de su presencia es vital. Si hubiera cualquier retirada prematura sí que habría una verdadera guerra civil.

Hoshyar Zebari, durante la entrevista, ayer en Madrid.
Hoshyar Zebari, durante la entrevista, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ

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