_
_
_
_
_

Bush advierte de "consecuencias graves" si Irán ataca barcos estadounidenses

El presidente norteamericano inicia en Israel su primera gira por la región para impulsar el proceso de paz entre israelíes y palestinos

El presidente de EE UU, George W. Bush, ha lanzado hoy una nueva advertencia a Irán. Tras amenazarle con más sanciones en Naciones Unidas si decide utilizar el enriquecimiento de uranio con fines militares, Bush ha afirmado que Teherán sufrirá "consecuencias graves" si ataca a los barcos estadounidenses desplegados en el Golfo Pérsico.

Las declaraciones de Bush se han producido durante una rueda de prensa en Jerusalén en el inicio de una histórica gira por Oriente Próximo, enfocada en dos objetivos: la amenaza de Irán y el proceso de paz entre israelíes y palestinos.

"Mi consejo para ellos es que no lo hagan", ha dicho Bush en la conferencia de prensa, días después del incidente en el que cinco lanchas iraníes hostigaron a tres barcos de EE UU en el Estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico. "Lo hemos dejado públicamente claro y ellos saben nuestra posición, y es que habrá consecuencias graves si atacan a nuestros barcos", ha agregado el mandatario estadounidense.

Más información
Bush llega a Oriente Próximo para dar un impulso al proceso de paz

Mientras EE UU considera que el incidente ha sido el más importante de este tipo registrado hasta ahora, Teherán le ha restado importancia.

"Los asesores de seguridad nacional lo han estado aclarando reiteradamente: todas las opciones están en la mesa para proteger a nuestros activos", ha dicho Bush. El Pentágono ha difundido un vídeo sobre el incidente ocurrido el fin de semana, sobre el hostigamiento de las lanchas y las amenazas que se intercambiaron. El Consejero de Seguridad Nacional de EEUU, Stephen Hadley, ha reiterado hoy que los buques norteamericanos estuvieron a punto de disparar.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El presidente norteamericano ha dicho que confía en la utilidad de las sanciones financieras para presionar a Irán. En este sentido, fuentes del Departamento de Estado han informado hoy en Washington que el Gobierno de Bush impondrá esta semana sanciones contra un miembro de la fuerza iraní Quds y algunos iraquíes exiliados en Siria e Irán, por fomentar la violencia en Irak.

Una nueva oportunidad para la paz

En el otro aspecto de su gira Bush ve la situación en Oriente Próximo como "una nueva oportunidad para la paz", tras los últimos acontecimientos, sobre todo la cumbre de Annapolis, que ha permitido reanudar el diálogo entre israelíes y palestinos. Así lo ha expresado al aterrizar en Tel Aviv para dar comienzo a una gira de tres días por varios países de la región, la primera desde que accedió al cargo hace siete años.

En una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro Ehud Olmert, Bush ha reafirmado que para alcanzar esa paz, deben finalizar los atentados terroristas por parte de los palestinos, mientras que los israelíes deben detener la construcción de los asentamientos de colonos.

"Esta es una oportunidad histórica para enfrentar a estos terroristas para extender la libertad en un sociedad basada en los derechos humanos", ha dicho Bush a los periodistas, al destacar que ambas partes deben hacer "concesiones difíciles".

Bush ha aterrizado sobre las once de la mañana (10.00 GMT) en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, donde ha sido recibido por una nutrida comitiva civil y militar, presidida por el presidente israelí, Simon Peres, y Olmert. Tras los saludos protocolarios, Bush y los mandatarios israelíes han caminado por la alfombra roja y han escuchado el himno americano y el israelí.

Durante la ceremonia de bienvenida, Bush, Peres y Olmert han tenido tiempo de hacer unas breves declaraciones antes de que el presidente americano se trasladase a Jerusalén. "Buscamos una paz duradera. Vemos una nueva oportunidad para la paz aquí, en Tierra Santa, y de libertad para toda la región", ha dicho Bush a su llegada. "Dialogaremos sobre nuestro profundo deseo de seguridad, libertad y paz en todo Oriente Próximo", ha anunciado. En este sentido, Peres ha dicho que este año que empieza es decisivo para la paz en la región. "Los próximos 12 meses van a ser el momento de la verdad. Los días que vienen son cruciales".

También ha reafirmado Bush la firme alianza entre EE UU e Israel, palabras que han sido secundadas por Olmert, que ha calificado a Bush como "nuestro más fuerte aliado contra en terrorismo, en quien más confiamos en la batalla contra el terrorismo y el fundamentalismo, así como un firme apoyo en nuestra búsqueda de la paz y la estabilidad".

También ha habido palabras sobre Irán, país que los israelíes consideran una amenaza. Peres ha advertido de que Teherán no debe subestimar la determinación de Israel de defenderse.

Asuntos delicados

La visita se produce un día después de que Olmert y el presidente palestino, Mahmud Abbas, acordaran dar instrucciones a sus equipos negociadores para abordar los temas más espinosos del conflicto: el estatus de Jerusalén, el destino de los refugiados y las fronteras definitivas de que debe ser, antes de fin de año, el Estado palestino, según quedó acordado en la reciente conferencia de paz de Annapolis (EE UU).

Intenta el presidente acabar su mandato, que expira dentro de un año, con un golpe de efecto en Oriente Próximo, un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos que alumbre por fin un Estado palestino antes de su adiós a la Casa Blanca. No será fácil y tampoco se espera que su visita suponga un punto de inflexión en unas negociaciones complicadas, recién retomadas y que ya han encontrado un importante obstáculo en el plan israelí de ampliar dos colonias cercanas a Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como capital de su Estado.

Los palestinos, además, esperan poco de la visita de Bush. Miles de ellos incluso se han manifestado en protesta por la visita del presidente en Gaza. Con pancartas en las que se veía a Bush caracterizado como un vampiro chupando la sangre de los musulmanes, unos 20.000 palestinos, en su mayoría simpatizantes de Hamás, han marchado por Gaza. No ha faltado la quema de banderas de EE UU y de Israel, dado que ven la visita de Bush como un impulso exclusivamente a Israel. "En sus primeras palabras, Bush ha hablado de Israel, de su seguridad, de su democracia y del derecho de América y de Israel a defenderse", ha protestado Mahmud al Zahar, un responsable de Hamás. "No ha hablado de asentamientos, de los ataques a nuestro pueblo".

Bush, seguido de Simon Peres, a la izquierda, guiña un ojo mientras camina por el aeropuerto de Tel Aviv.
Bush, seguido de Simon Peres, a la izquierda, guiña un ojo mientras camina por el aeropuerto de Tel Aviv.AFP

Tres palestinos muertos

La presencia de Bush en Israel no ha detenido la violencia de cada día en la zona. Las fuerzas israelíes han matado a tres palestinos, dos de ellos civiles, en ataques militares en la franja de Gaza. Por la mañana, un militante de la Yihad Islámica ha muerto por el lanzamiento de un misil israelí. Varios militantes más han resultado heridos. Según Israel, les ha disparado después de que lanzaran un cohete artesanal contra territorio israelí. Por la tarde, otro ataque aéreo se ha cobrado la vida de dos civiles en Beit Hanun. Según el ejército hebreo, han disparado contra un grupo de activistas que han lanzado tres cohetes, pero según fuentes palestinas los fallecidos, un hombre y una mujer, son civiles. Uno de los proyectiles palestinos ha herido a una persona en Sderot.

Fuentes policiales del sur de Israel confirmaron la caída hoy de cuatro cohetes Qassam en territorio israelí sin consecuencias.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_