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Viaja a Cuba la mayor delegación de congresistas de EE UU desde 1959

Primer contacto entre Washington y La Habana tras el traspaso de poder a Raúl Castro

El Gobierno interino de Raúl Castro recibió ayer en La Habana a un grupo de 10 congresistas estadounidenses, miembros de los partidos Demócrata y Republicano, favorables al mejoramiento de las relaciones con Cuba y defensores de la flexibilización del embargo. La visita comenzó a coordinarse en agosto, tras conocerse la enfermedad de Fidel Castro, y ha generado muchas expectativas pese a que la Casa Blanca ha descartado cualquier cambio de política hacia la isla. Se trata de la mayor delegación de legisladores norteamericanos que viaja a Cuba desde 1959.

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En medios diplomáticos, la visita se considera "importante" tanto por su nivel como por el momento en que se produce, a cuatro meses del traspaso de poder de Fidel Castro a su hermano Raúl y sólo dos semanas después de que el jefe del Ejército cubano, por segunda vez desde la enfermedad del mandatario, ofreciera a Washington "resolver en la mesa de negociaciones" el diferendo entre ambos países. Además, el cambio de correlación de fuerzas en el Congreso de EE UU, ahora con mayoría demócrata, le confiere valor añadido.

"Es el primer contacto oficial entre el Congreso de EE UU y el Gobierno cubano desde el traspaso de poderes", dijo una fuente estadounidense vinculada a la preparación del viaje. Los legisladores llegaron a La Habana al mediodía en un avión oficial y por la tarde tuvieron los primeros contactos con las autoridades: con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón; con el responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista, Fernando Remirez Desteñoz, y con Pedro Pérez, presidente de Alimport, la compañía cubana que concentra todas las importaciones de alimentos y que en los últimos años ha comprado más de 1.000 millones de dólares de productos norteamericanos.

Tienen, además, entrevistas con el canciller, Felipe Pérez Roque; la ministra de Industria Básica, Yadira García -responsable del desarrollo de la industria petrolera-; el presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, y el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega. Los congresistas han pedido un contacto de alto nivel con Raúl Castro. Aunque todavía no hay confirmación oficial, se considera más que probable.

La delegación de legisladores esta integrada por cinco demócratas y cinco republicanos, la mayoría miembros del denominado Grupo de Trabajo sobre Cuba, que defiende en el Congreso la flexibilización del embargo. El grupo fue creado hace varios años por el demócrata William Delahunt y el republicano Jeff Flake y tiene 54 miembros, si bien las iniciativas que promovió en el pasado para favorecer los contactos chocaron con la oposición de un Congreso dominado por los republicanos.

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Ahora, a partir de enero, las cosas podrían cambiar. "Desde luego, el embargo no va a caer mientras el régimen no haga cambios de envergadura. Pero sí sería posible, y relativamente sencillo, eliminar muchas de las restricciones introducidas por la Administración de Bush, sobre todo en lo relativo a los viajes de los exiliados -ahora uno cada tres años- y el dinero que pueden enviar a sus familiares", afirma un diplomático europeo conocedor de los intríngulis de la visita.

Delahunt y otros miembros de la delegación van más lejos, y abogan por acabar con las trabas de Washington a los intercambios académicos y culturales entre ambos países. Antes de llegar, Delahunt destacó en las declaraciones de Raúl "un indicio de su deseo de establecer algún tipo de diálogo", y consideró que la delegación de congresistas "es innovadora" por los miembros que la componen, "todos dispuestos a explorar nuevas oportunidades de diálogo. A mí me interesan en particular los viajes [de estadounidenses a la isla], pero los demás tienen otras ideas y las vamos a exponer", dijo.

Si bien antes del viaje el jefe de asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado, Tom Shannon, reiteró que no había ninguna posibilidad de acercamiento mientras el régimen no hiciese cambios democráticos, algunos analistas consideran que la visita de los legisladores tiene un claro "carácter exploratorio". El domingo, día en que se marcha la delegación, llega otro legislador demócrata, Bennie Thomson,acompañado de una representación de empresarios agrícolas.

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