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Los defensores de Srebrenica entregan sus armas

Ramón Lobo

Los 145 cascos azules canadienses destacados en Srebrenica, en Bosnia oriental, escasamente pertrechados, se han erigido en defensores de los más de 50.000 habitantes de esta ciudad asediada en previsión de un posible nuevo ataque de las milicias serbias, según fuentes de la fuerza de la ONU en Bosnia (Unprofor). Lars Eric Wahlgren, jefe de Unprofor, anunció ayer que se había completado la desmilitarización de Srebrenica. Los mandos de la ONU comenzaron a destrir las armas de los defensores del enclave tras vencer las reservas de los musulmanes a quedar desarmados frente a los sitiadores serbios.

Los anuncios de la ONU de que la desmilitarización del enclave era completa se encontraron de inmediato con las reticencias de la parte serbia. Manojlo Milovanovic, jefe del Estado Mayor serbio, declaró ayer en Belgrado que los musulmanes habían roto el acuerdo para desmilitarizar Srebrenica. "Los musulmanes han entregado una cantidad ridícula de armas, la mayor parte de ellas obsoletas e inútiles", aseguró Milovanovic.Las tropas canadienses habían tratado previamente ayer de nuevo, sin éxito, negociar con la milicia serbia una extensión del plazo para completar la operación de desmilitarización. Las fuerzas serbias, sin embargo, no han retrasado sus posiciones en torno ala ciudad pese a la solicitud en este sentido hecha por el general francés de los cascos azules, Philippe Morillon.

Las tropas de la ONU desplegadas en las cercanías de Belgrado preparan la evacuación de sus instalaciones en Pancevo, según algunas fuentes, debido a la proximidad del 26 de abril, clave para una nueva relación entre la comunidad internacional y Serbia. Este día entrarán en vigor las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Cinco miembros del Consejo de Seguridad emprenderán hoy viaje a Bosnia con la intención de examinar la situación en Srebrenica.

La hostilidad hacia la ONU en Serbia aumenta día a día. El dirigente de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, se manifestó ayer convencido de que el autoproclamado parlamento serbio de Bosnia anunciará mañana su retirada de las conversaciones de paz. "No es nuestro deber negociar con quien nos castiga", dijo Karadzic.

Tuzla, bajo control musulmán, fue víctima de un ataque de morteros serbios, lo que aterrorizó a su población, formada en buena parte por refugiados. En Vitez, en Bosnia central, las tropas britanicas han revelado algunas de las atrocidades cometidas en los últimos días en los combates entre croatas y musulmanes: decenas de niños fueron asesinados a tiros en los brazos de sus madres.

Cuando los relojes de Srebrenica tocaron las once campanadas, que señalaban el fin del plazo acordado, las milicias musulmanas no habían terminado aún de entregar sus armas a las fuerzas de la ONU. Ante la imposibilidad de completar toda la operación -que incluye la destrucción de estas armas- dentro del límite, los mandos de Unprofor solicitaron una extensión del plazo. Aunque la solicitud fue denegada, los cañones serbios que sitian Srebrenica desde hace un año se mantuvieron callados. Horas después, fuentes de Unprofor anunciaron que el desarme de los defensores musulmanes se había completado.

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La ONU teme en estos momentos que una eventual ruptura de las hostilidades en Srebrenica sorprenda en medio del fuego cruzado a los 145 cascos azules canadienses que el domingo entraron en la ciudad para organizar la evacuación de los heridos. Según fuentes británicas de Unprofor, los soldados canadienses están en posición de combate, dispuestos a defender la ciudad si las milicias serbias inician el asalto. Un segundo contingente de canadienses trataba ayer de penetrar en Srebrenica para reforzar a sus compañeros.

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