Forzados a plantar minas
La frontera entre Kosovo y Albania está siendo minada desde hace una semana por las tropas del Ejército Yugoslavo. Junto a las que están plantadas en el puente de Morina, la OSCE tiene informaciones de que los serbios han creado una segunda frontera imaginaria en la localidad de Zhur (Zur para los serbios), a cuatro kilómetros de Morina, en cuya construcción emplean a los varores kosovares separados de sus familias. Estos son forzados a cavar y a colocar los explosivos destinados a dificultar una operación aliada por tierra. Estos rehenes kosovares también son utilizados para el mismo fin en la ciudad de Prizren, donde, además, se les obliga a enterrar los cadáveres. Aquellos que se niegan a realizar ese trabajo son ejecutados de forma sumaria.
Las minas antitanque de Morina tienen una doble finalidad: impedir el tránsito de los carros de combate de la Alianza y poder volar el puente si las circunstancias lo exigen. El Ejército yugoslavo posee una gran experiencia en minas. Durante la guerra de Bosnia-Herzegovina, plantaron en su territorio millones de ellas.