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El futuro de Europa

Zapatero confía en obtener de la Comisión un año de prórroga para reducir el déficit

Miguel González

A pesar de que el déficit público español roza ya el 10% del PIB, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero reafirmó ayer su compromiso con el Pacto de Estabilidad, que le obliga a reducirlo al 3%. Eso sí, sugirió que confía en obtener un año de prórroga para su cumplimiento. "Será la Comisión [Europea] la que establezca la fecha, que, de momento, es el 2012, y habrá que respetarla", afirmó Zapatero, saliendo al paso de las declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien el jueves dijo en Bruselas que el objetivo de reducción del déficit debe posponerse hasta que se recupere el empleo. No obstante, agregó: "No es descartable que se amplíe un año, pero a día de hoy no es más que una hipótesis".

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Es algo más que una hipótesis, ya que la Comisión Europea tiene previsto estudiar en noviembre las medidas económicas adoptadas por una docena de países -entre ellos España, que tiene un expediente por déficit excesivo- y, a partir de ahí, podría flexibilizar aún más los plazos para volver a la ortodoxia presupuestaria.

Zapatero defendió en el Consejo Europeo que es preciso mantener los estímulos fiscales y ser prudente ante los síntomas de recuperación económica. Aunque no lo fue tanto al analizar la situación doméstica: sostuvo que la economía española está "en la fase final de salida de la recesión" y comenzará a crecer el próximo año, "que es el horizonte, con más o menos diferencias, para la mayoría de los países desarrollados", de los que no se descolgará España. Incluso vaticinó que el crecimiento en el tercer trimestre de este año irá "algo mejor". Otra cuestión "distinta y la más preocupante", admitió, es cuándo se logrará "el estancamiento en la destrucción de empleo y su recuperación. Ahí es donde vamos a centrar todos los esfuerzos".

A dos meses de asumir la presidencia rotatoria de la Unión, el jefe del Gobierno español salió satisfecho de que se hayan despejado aparentemente los obstáculos para la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y se alcanzara un acuerdo, aunque fuera con alfileres, para llevar una posición común a la cumbre de Copenhague sobre cambio climático. Entre los acuerdos alcanzados ayer, uno interesa particularmente a España: el refuerzo de la capacidad operativa de la agencia europea de fronteras (Frontex) para luchar contra la inmigración ilegal; lo que incluye la posibilidad de fletar vuelos conjuntos de repatriación de irregulares financiados con fondos comunitarios.

Zapatero no quiso pronunciarse sobre la personalidad del futuro presidente permanente del Consejo o del alto representante. Aunque el jefe del Gobierno español forma parte del equipo designado por el Partido Socialista Europeo para negociar en su nombre, ayer dejó claro que atenderá, en primer lugar, al "interés nacional". España no tiene candidatos propios y su actitud consiste en esperar a que surjan nombres que susciten "un consenso claro".

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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