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Zelaya organiza una milicia en las montañas de Nicaragua

Honduras autoriza a la familia del presidente a salir del país

Carlos S. Maldonado

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, ha iniciado una nueva ofensiva en sus intentos de regresar a su país. Dejó la pequeña ciudad de Ocotal, al norte de Nicaragua, para internarse en las montañas de la zona fronteriza con Honduras y organizar lo que él ha llamado Milicias Populares de Resistencia, conformadas por decenas de sus seguidores, con el fin de ingresar a Honduras, de donde fue expulsado el 28 de junio.

Zelaya viajó al sector llamado Las Colinas, cercano a la frontera con Honduras, donde los hondureños que han cruzado hacia Nicaragua se organizan en grupos. Una fuente cercana a Zelaya explicó por teléfono que los planes son conformar "una masa crítica" de simpatizantes del mandatario depuesto para intentar cruzar la frontera. "Esos grupos tienen nombres de próceres hondureños y actuarán de manera pacífica", explicó la fuente.

Washington revoca los visados a cuatro miembros del Gobierno de hecho

La presencia de hondureños en territorio nicaragüense ha despertado el temor de los habitantes de la zona fronteriza. Muchos recuerdan los violentos enfrentamientos que se registraron allí en los ochenta, cuando la Contra, el grupo armado entrenado en Honduras con el auspicio de la Administración de Ronald Reagan, combatía contra el Ejército Popular Sandinista del primer gobierno de Daniel Ortega. La presencia de militares hondureños en la frontera aumenta esos temores.

El lunes, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Romeo Vásquez, visitó a las tropas para animarles y cerciorarse de cómo marcha la Operación Democracia y Paz, que mantiene retenes en las salidas hacia Nicaragua. Mientras tanto, las autoridades de Honduras autorizaron a la familia de Zelaya a cruzar a Nicaragua por carretera para reunirse con él. La esposa y la madre de Zelaya, Xiomara Castro y Hortensia Rosales, y otros familiares se disponían ayer a salir del país.

Zelaya ya ha sido declarado no grato por políticos de oposición en Nicaragua, que han exigido una explicación al presidente Daniel Ortega, que hasta ahora no ha visitado a Zelaya en su enclave fronterizo, pero sí ordenó que la Policía y el Ejército garanticen su seguridad.

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Este martes, un grupo de cinco diputados nicaragüenses viajó hasta Ocotal, a 226 kilómetros al norte de Managua, para entregarle una carta a Zelaya en la que le exigían no "seguir violando la soberanía de Nicaragua". Pero no pudieron llegar hasta la ciudad, porque grupos que portaban banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional les obstaculizaron el paso. "Nos están violando el derecho de libre circulación. Ortega le ha entregado Ocotal a Zelaya, ése es un territorio de Zelaya", dijo la diputada liberal María Eugenia Sequeira.

Otro grupo de diputados, encabezado por el ex candidato presidencial Eduardo Montealegre, viajó hasta Tegucigalpa, donde se reuniría con el presidente de hecho Roberto Micheletti para hablar de la situación del país tras el golpe.

Zelaya, mientras tanto, ha pedido al Gobierno de Ortega que otorgue el estatuto de refugiados a los hondureños que han cruzado la frontera para apoyarlo.

Por otra parte, el Gobierno de EE UU revocó ayer los visados de cuatro miembros del Gobierno de hecho de Honduras como una medida más de presión para forzar una salida negociada a la crisis.

Un soldado se hace limpiar las botas en el paso de Las Manos.
Un soldado se hace limpiar las botas en el paso de Las Manos.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos S. Maldonado
Redactor de la edición América del diario EL PAÍS. Durante once años se encargó de la cobertura de Nicaragua, desde Managua. Ahora, en la redacción de Ciudad de México, cubre la actualidad de Centroamérica y temas de educación y medio ambiente.

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