El 40% de los afganos acude a votar pese a los talibanes
Al menos 16 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en distintos ataques registrados ayer, durante la jornada electoral en Afganistán, donde los talibanes aseguraron haber atacado unos 150 centros de votación como parte de campaña terrorista para boicotear los comicios parlamentaros. A pesar del miedo, la Comisión Electoral afgana (IEC) informó ayer de que en torno al 40% de los ciudadanos censados había acudido a votar.
Aunque los datos al cierre de las urnas no estaban completos, la cifra recogía la información de la mitad de los más de 5.300 colegios electorales que lograron abrir sus puertas, casi el 90% del total habilitado. A los comicios se presentaron más de 2.500 candidatos para hacerse con alguno de los 249 escaños de la Cámara baja afgana.
En vista de la llamada a la violencia de los talibanes, las autoridades afganas ordenaron el despliegue de unos 250.000 efectivos de las fuerzas de seguridad, con apoyo de los 150.000 soldados internacionales. Las elecciones suponen una prueba formidable para la fiabilidad del régimen afgano, porque tienen lugar apenas un año después del fiasco de los comicios presidenciales, cuando cientos de miles de papeletas fueron anuladas tras demostrarse falsas.
Pequeños fraudes
En los días previos a los comicios crecieron las voces que denuncian la impresión y compraventa de tarjetas falsas de votantes y es "vox pópuli" en la calle que se están produciendo compras de votos en distintas regiones, aunque no hay pruebas contundentes que lo sustancien. Los expertos internacionales creen que, frente al fraude sistemático detectado el año pasado, esta vez se acabarán detectando una suma de "pequeños fraudes" locales a favor de determinados candidatos que controlan las redes de poder.
El suceso más grave registrado hasta última hora de ayer, con 6 muertos, se había producido en un ataque perpetrado por los talibanes en un colegio de la zona de Dand Shahabudín, dijo a la agencia afgana AIP el jefe policial provincial, Abdur Rehman Rahimi. Cinco miembros de una milicia progubernamental y un soldado afgano murieron en ese ataque, registrado sólo horas después de otra refriega en la que murieron otros cinco milicianos y una docena de insurgentes. La mayor cantidad de ataques se registró en el norte y este del país.
