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Los albaneses de Kosovo amenazan con disturbios si se retrasa la independencia

El dirigente albanokosovar Veton Surroi alertó ayer del riesgo de tensiones y protestas si la independencia de Kosovo se sigue retrasando. La paciencia de la mayoría albanesa que habita esa provincia serbia "no es infinita", dijo Surroi, en vísperas del encuentro que sostendrá hoy en Londres el llamado Grupo de Contacto (Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia), antes de viajar a Serbia y Kosovo.

Esta ronda negociadora sobre el futuro del enclave es un nuevo intento diplomático después de 13 meses de conversaciones directas que terminaron en punto muerto en marzo. Rusia, aliado de Serbia, ha rechazado un plan de Naciones Unidas que otorgaría a Kosovo una independencia supervisada por la Unión Europea. Hace ocho años, la OTAN tomó control del territorio, hoy administrado por la ONU. Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia encabezan el despliegue de 16.000 soldados de 35 países. Esta fuerza de pacificación estaría en primera línea si hubiera un brote de violencia.

"El miedo está creciendo entre la gente", declaró Surroi a un diario local. "El pueblo de Kosovo tiene derecho a presionar a sus autoridades. Existe el sentimiento de que se ha sacrificado todo por el estatuto de Kosovo: la guerra, la destrucción, los ocho últimos años, solo por solucionar el estatuto". La guerra de Serbia contra los rebeldes independentistas kosovares (1998-1999) provocó el desplazamiento temporal de la mitad de la población albanesa (que suma unos dos millones de personas, el 90% del total de la provincia). La OTAN intervino para expulsar a las fuerzas serbias y detener las matanzas de civiles.

Escasas esperanzas

Los diplomáticos occidentales mantienen poca esperanza sobre los resultados de esta ronda negociadora, que está previsto que dure 120 días. Una troika, formada por el diplomático alemán Volfgang Issinger como representante de la UE, el ruso Aleksandar Bocan-Harchenko y el estadounidense Frank Vizner, visitará el viernes Belgrado y el sábado Pristina, capital de Kosovo.

Belgrado rechaza cualquier posibilidad de independencia para Kosovo y ofrece a cambio una amplia autonomía. Kosovo, por su parte, ha amenazado con declarar unilateralmente la independencia, posiblemente antes de 2008, y busca el reconocimiento de EE UU y de sus aliados europeos, un movimiento que podría dividir a los 27 países de la Unión.

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Al término de los tres meses, la troika informará al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, del resultados de las negociaciones.

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