Un amigo de Berlusconi le montó 18 fiestas con prostitutas

"La prostitución y la cocaína son los ingredientes para tener éxito en la sociedad". Eso le dijo Gianpaolo Tarantini, empresario de Bari y amigo de Silvio Berlusconi, al magistrado de su ciudad Giuseppe Scelsi, que le investiga por corrupción e inducción a la prostitución. Tarantini declaró cinco veces ante el juez entre el 27 y el 31 de julio.

Tarantini confirmó y cuantificó todas las noticias publicadas en torno a su relación con Silvio Berlusconi: en total, ha dicho, organizó 18 fiestas para el primer ministro en palazo Grazioli, en Villa Certosa e incluso en un spa de lujo, el Centro Messeguet de Todi (Umbria), y reclutó a 30 prostitutas para disfrute del primer ministro. Tarantini trabajó como reclutador de acompañantes para Il Cavaliere entre septiembre de 2008 y febrero de 2009.

El empresario, de 36 años, ha contado a los jueces que Berlusconi no sabía que las chicas recibían dinero (1.000 euros) cuando se quedaban a pasar la noche con él, ni tampoco que les pagaba los gastos de desplazamiento y el hotel de lujo cuando no se quedaban.

Por otra parte, el juez del tribunal de Tempio Pausania (Cerdeña) emitió ayer una ordenanza en la que establece que el fotógrafo Antonello Zappadu tomó las fotos de Villa Certosa, la mansión sarda de Berlusconi, desde fuera de la propiedad y por tanto no violó su domicilio.