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Un análisis de orina apunta a que Litvinenko murió envenenado con polonio radiactivo

El ex espía ruso hizo responsable de su muerte al presidente Putin en una carta póstuma

Alexander Litvinenko, durante su ingreso en un hospital de Londres.
Alexander Litvinenko, durante su ingreso en un hospital de Londres.EFE

Las autoridades británicas cada vez tienen menos dudas de que el ex espía ruso Alexander Litvinenko, conocido por sus feroces críticas al presidente ruso, Vladímir Putin, murió envenenado por un agente químico altamente radiactivo, el polonio 210. Así lo ha anunciado en rueda de prensa Roger Cox, de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, tras analizar los restos de orina de Litvinenko, ex coronel de los servicios secretos soviéticos. Este responsable médico ha dicho que en la orina se encontró una "gran cantidad" de radiación alfa probablemente emitida por el polonio 210. En paralelo a este anuncio, la policía británica ha confirmado el hallazgo de un veneno radiactivo, cuyo nombre no ha revelado, en el restaurante japonés de Londres donde cenó Litvinenko justo antes de caer enfermo. Por otra parte, hoy se ha sabido que Litvinenko aseguró pocas horas antes de morir, anoche en un hospital de Londres, que su estado confirmaba que tenía razón en sus acusaciones contra los servicios secretos rusos. También dejó escrita una carta, leída hoy, en la que hace responsable de su muerte al presidente de Rusia, Vladimir Putin. La policía británica ha abierto una investigación para averiguar si fue envenenado con una sustancia radioactiva, aunque el talio parece descartado.

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"Esto demuestra que lo que se ha estado diciendo es verdad", señalaba el ex agente de los servicios secretos en referencia a las acusaciones vertidas contra los servicios secretos rusos, el FSB, a los que acusa de ser los responsables de una serie de atentados contra bloques de viviendas en Moscú en 1999. Estos atentados pudieron ser determinantes en la victoria electoral que llevó a Vladimir Putin al Kremlin, según asegura Litvinenko en su libro El FSB explota Rusia.

"Quiero vivir sólo para que lo vean", afirmaba Litvinenko entre susurros. "Los cabrones lo han conseguido conmigo, pero no lo conseguirán con todos". El ex espía ya había expresado su convicción de que no podría ganar su lucha contra el deterioro de todos sus órganos vitales.

Litvinenko aseguró que creía haber sido envenenado el pasado día 1 de noviembre, tras una reunión secreta con dos contactos rusos, tras cenar en un restaurante japonés con Mario Scaramella, un experto en seguridad. Según afirmó Scaramella se había reunido con Litvinenko para enseñarle algunos correos electrónicos en los que se identificaba a los asesinos de la periodista Anna Politkovskaya.

El Gobierno ruso ha reaccionado al anuncio de la muerte de su antiguo espía afirmando desde Helsinki -donde se celebra la cumbre UE-Rusia- que lamenta la tragedia, y recordando que la investigación por el envenamiento corresponde a las autoridades del Reino Unido, donde Litvinenko residía desde hace años.

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La última reunión de Litvinenko

Hoy también se han conocido en Rusia las declaraciones de otro ex espía ruso, el empresario Andrei Lugovoy, que se encontró con Litvinenko -y otros dos hombres, más el pasado 1 de noviembre en un hotel londinense: un día antes de que el fallecido afirmase por primera vez sentirse mal, y sólo unas horas antes de que viese a Scaramella.

Lugovoy cuenta al diario ruso Kommersant que conocío a Litvinenko en 1996, y que desde entonces se habían encontrado varias veces, siempre en Londres, para asuntos de negocios.

"No había nada personal en nuestros contactos", afirma Lugovoy, que asegura que se desplazó a Londres en esa fecha ara poder asistir a un partido de fútbol entre el CSKA de Moscú y el Arsenal de Londres.

En esa reunión, en el bar del hotel donde se hospedaba, estaban acompañados por un socio de negocios de Lugoyov, Dmitry Kovtun, y que más tarde se les unió otro amigo personal del empresario, Vyacheslav Sokolenko.

Aunque Lugoyov no da detalles de la reunión que puedan estar relacionados con el envenenamiento, sí afirma que él y Litvinenko quedaron en verse de nuevo al día siguiente. Fue entonces cuando el ex espía afincado en Londres le llamó, asegura, diciendo que se encontraba mal, y anularon la cita.

El diario afirma que Lugovoy se ha encontrado, tras conocerse el caso de envenenamiento, con un diplomático británico destacado en Rusia. Y afirma estar dispuesto a responder a cualquier cuestión que la policía pueda querer hacer.

Se descarta el envenenamiento con talio en un restaurante japonés de LondresVídeo: ATLAS

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