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El asesino alemán dejó tratamientos psicológicos

El adolescente que mató a 15 personas había sido atendido por depresión

El adolescente que en la mañana del miércoles irrumpió armado con una pistola y más de 200 balas en el colegio Albertville, en la localidad alemana de Winnenden, donde acabó con la vida de nueve estudiantes y tres profesoras, había recibido tratamientos psiquiátricos por depresión entre abril y junio de 2008. El propio joven renunció a proseguir con las consultas, según explicó el fiscal jefe Siegfried Mahler.

Once de las 12 víctimas mortales que dejó Tim Kretschmer, de 17 años, en su antiguo colegio, eran mujeres. La policía aclaró que muchas fueron asesinadas con un tiro en la cabeza, lo que indujo a algunos a pensar en una particular aversión hacia las mujeres. Tim irrumpió en tres clases con una pistola Beretta de calibre nueve milímetros de su padre. Algunas de las alumnas cayeron con los bolígrafos todavía en sus manos. Durante su huida, mató a otros tres hombres antes de suicidarse. La policía investiga cómo el muchacho, versado en el manejo de armas y la puntería, pudo abrir la caja fuerte donde guardaba el arma su padre.

Once de las doce víctimas mortales de la escuela eran mujeres

El perfil que hizo de Kretschmer el fiscal no tenía nada extraordinario. Un muchacho no demasiado listo, aficionado al ordenador, no muy popular o atractivo en su escuela, pero "amable". Incluso obtuvo su graduado de secundaria. Con algunos problemas de depresión. Hay millones de chicos así en toda Europa.

El día después de la matanza, en la calle del mercado, las cosas no distaban mucho de lo que puede ser un día normal en Winnenden. Entre las casas de paredes entramadas, típicas del entorno rural en el sur alemán, se ofrecían pan, queso y productos de la región. Pero las conversaciones eran otra cosa. Y al final de la vía peatonal que desemboca en una pequeña plaza de construcciones más modernas, los abrazos con los que invariablemente se saludaban grupos de chicos y chicas delataban la magnitud de la pesadilla que sacudió a la localidad, de 27.000 habitantes, el peor baño de sangre que se recuerda en el Estado de Baden Würtemberg.

Durante el día de ayer, uno de los temas más comentados era que Kretschmer había escrito supuestamente un macabro mensaje en un chat de Internet horas antes de la matanza: "Estoy harto. Harto de esta vida horrible. Siempre lo mismo. La gente se ríe de mí. Nadie me aprecia. Lo digo en serio. Tengo armas; mañana iré a mi ex colegio y haré una barbacoa en condiciones. Oirás hablar de mí. Recuerda el nombre del sitio: Winnenden". Sin embargo, el mensaje resultó falso, según confirmó anoche la policía de Baden Würtemberg, desmintiendo al propio ministro del Interior del Estado, Heribert Rech, que fue quien anunció su existencia y lo leyó durante la tarde en una conferencia de prensa. Según la policía, no se encontró ningún rastro de que el mensaje hubiera salido del ordenador del joven.

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Mientras, ante los muros del recinto de la escuela Albertville, que comparte instalaciones con otros dos colegios, se acumulaban velas, peluches y cartas, junto a centenares de flores y objetos de la vida diaria de los adolescentes. Había camisetas con el 7 del futbolista Cristiano Ronaldo y fotos y CD de estrellas del pop alemanas. Alrededor se agrupaban alumnos de las escuelas. Algunos lloraban mientras caía una llovizna persistente que no alcanzaba para apagar las velas. De fondo se oía sólo el murmullo de decenas de reporteros retransmitiendo y el golpeteo rítmico de las drizas de las banderas a media asta.

Los reporteros apenas inquieren a los muchachos. Ni sobre el joven Tim, de quien ayer se daban como noticia detalles como su afición a los videojuegos o su buena relación con sus padres y su hermana, ni sobre las víctimas.

Enfrente del recinto escolar de la Albertville está el aula deportiva de las tres escuelas. Varios policías montan allí guardia para impedir el acceso de periodistas. Se habilitó como lugar de reunión para los jóvenes, con refrescos y comida. Entraban psicólogos y profesores para ofrecer apoyo a los afectados por los asesinatos.

Tras el gran circo montado estos días, de las portadas en todo el mundo y los programas especiales en televisión, a los muchachos se les presenta un complicado regreso a una normalidad que, por mucho que se parezca a lo que ayer se veía en la calle del mercado, todavía está muy lejos.

Estudiantes del Albertville lloran por la muerte de nueve de sus compañeros y tres profesoras.
Estudiantes del Albertville lloran por la muerte de nueve de sus compañeros y tres profesoras.AP
El joven de 17 años que provocó una masacre en su antiguo colegio de la localidad alemana de Winnenden, se suicidó al verse acorralado por la policía. Así lo reflejan las imágenes que muestran el momento en el que el asesino se quita la vida. En el colegio, decenas de personas han colocado velas en recuerdo de las 15 víctimas del tiroteo.Vídeo: VNEWS

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