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El Gobierno noruego crea una comisión independiente para investigar la matanza

La policía evacua una estación de Oslo por una falsa alarma.- Detonados explosivos en una granja alquilada por Anders Breivik

El Gobierno noruego intentará hacer un simbólico regreso a la normalidad cinco días después del doble atentado en el que murieron 76 personas y tras la falsa alarma que ha llevado hoy a las autoridades a evacuar parte de la estación central ferroviaria de Oslo, así como a cortar el tráfico, a causa de una maleta sospechosa.

El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, ha anunciado la creación de una comisión independiente para investigar la matanza del pasado viernes. Stoltenberg ha ratificado en una rueda de prensa que su país "no se va a dejar intimidar por los ataques" y ha añadido que la sociedad noruega va a mantenerse firme para defender sus valores. Además ha querido destacar también que la respuesta a la "brutal violencia" seguirá siendo la defensa de "la libertad, la apertura, la tolerancia y la democracia".

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Estas declaraciones del primer ministro noruego se producen pocas horas después de que el diario VG, el más importante del país, publicara unas encuestas según las cuales el 94% de los noruegos consideran que la respuesta a la crisis de Stoltenberg ha sido entre buena y muy buena.

Por su parte, el ministro de Justicia, Knut Storberget, ha declarado, después de reunirse con los responsables de las fuerzas especiales, que los agentes que acudieron a la isla de Utoya tras el tiroteo son "héroes" que realizaron su trabajo de forma correcta. "Les he llamado anteriormente héroes y son nuestros héroes. Esos a los que he visitado hoy son los que estuvieron en primera línea y los que ayudaron a recobrar el control en un situación muy complicada", ha asegurado Storberget.

La fuerzas de seguridad noruegas parecen no tener descanso. A sólo unos centenares de metros de los edificios gubernamentales, está la estación central que ha permanecido hoy cerrada unas dos horas a causa de la detección de una "maleta sospechosa" en el interior, según ha informado la televisión pública NRK. La alarma se disparó pasadas las 07.30 horas (05.30 GMT), cuando una persona entró en el edificio con una maleta, la dejó en uno de los andenes y acto seguido abandonó el lugar, según han apuntado las fuerzas de seguridad.

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A continuación, la policía optó por evacuar la estación de pasajeros y cerrarla al tráfico ferroviario mientras desplazó a un equipo de artificieros al lugar. Los especialistas encontraron poco después el objeto sospechoso y, tras examinarlo, determinaron que su contenido no era peligroso. La estación central de Oslo reabrió sus puertas pasadas las 10.15 horas (08.15 GMT), según medios locales. Según las primeras informaciones de la policía, la persona que presuntamente dejó el objeto sospechoso es un hombre negro, "posiblemente africano", de entre 25 y 30 años, y entre 180 y 185 centímetros de altura.

El suceso da cuenta del miedo latente que tienen los noruegos tras la masacre de semana pasada. Mientras tanto, la policía sigue trabajando en la investigación. Hoy ha reducido a uno el número de desaparecidos de los cuatro que había. Y este martes por la noche ha detonado de forma controlada explosivos localizados en una granja que había alquilado el autor confeso del doble atentado, Anders Behring Breivik. Una portavoz policial, Trine Dyngeland, ha explicado a Reuters que nadie resultó herido en esta deflagración, efectuada en Rena, unos 160 kilómetros al norte de Oslo. Las autoridades no han revelado la cantidad ni las características del explosivo hallada en la granja.

La policía sospecha que Breivik fabricó la bomba que colocó junto a las oficinas del Gobierno en Oslo utilizando fertilizantes como principal componente. El único detenido por los atentados, en los que fallecieron 76 personas, adquirió estos fertilizantes haciéndose pasar por un agricultor para no levantar sospechas.

Posibles contactos de Breivik

Las pesquisas policiales se basan fundamentalmente en el libro escrito por Breivik, 2083: Una declaración de independencia europea, sobre todo en la última parte, un diario donde el terrorista relató su macabro plan. La policía investiga los contactos del acusado con varios países, especialmente aquellos que le sirvieron para comprar algunos de los componentes que utilizó en la elaboración de los explosivos y en el tratamiento que supuestamente le dio a las balas dum dum que utilizó contra los jóvenes de Utoya.

Según el citado diario, el terrorista compró 50 ml de nicotina líquida a un proveedor chino que inyectó a los proyectiles para asegurarse de que sus víctimas muriesen. La otra pista lleva a Polonia, en donde adquirió los fertilizantes utilizados en la preparación de la bomba. Según la directora de la Agencia de Seguridad de la Policía, Janne Kristiansen, el nombre de Anders Behring Breivik estaba en una lista de aduanas por haber transferido 120 coronas (15 euros) a una compañía polaca como pago de los fertilizantes y otros productos químicos. Nunca antes había tenido problemas con la ley, así que no se le investigó.

Las críticas sobre la investigación policial persisten. Los jefes de la policía han vuelto a insistir en que no pudieron llegar a la isla para detener la masacre porque solo tienen un helicóptero y no tiene capacidad suficiente para transportar a las fuerzas especiales y todo el equipo que necesitan para actuar.

Un mujer herida en la explosión de Oslo es evacuada del lugar del atentado.
Un mujer herida en la explosión de Oslo es evacuada del lugar del atentado.CHRISTOPHER OLSSON (REUTERS)

La policía desvela los nombres de las víctimas cuatro días después de la matanza

La policía ha anunciado que publicará los nombres conforme identifique a las víctimas e informe a los familiares. Algunos medios noruegos ya han comenzado a dar a conocer listados de nombres que todavía no han sido autorizados por la policía.

En los ataques han muerto 76 personas, ocho en el atentado contra la sede del gobierno y 68 que fueron abatidas en la isla de Utoya, a unos cuarenta kilómetros de la capital noruega, donde se habían congregado unos 600 jóvenes en un campamento. Estos son los primeros nombres dados a conocer:

Gunnar Linaker. Nacido el 07.07.88, muerto en Utoya.

Tove Åshill Knutsen. Nacido el 31.07.54, muerto en Oslo, en la sede del Gobierno.

Hanna M. Orvik Endresen. Nacido el 21.03.50, en Oslo, en la sede del Gobierno.

Kai Hauge. Nacido el 31.07.78, en Oslo, en la sede del Gobierno.

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