_
_
_
_
_
Reportaje:

La batalla de Río de Janeiro, en pantalla

Un polémico filme sobre una operación de la policía contra los 'narcos' se convierte en el más visto en la historia de Brasil

Juan Arias

Gisela reconoce perfectamente la sensación que en buena parte de los brasileños está causando la película Tropa de élite, un éxito cinematográfico que está batiendo récords de audiencia y debate nacional. "Mi hijo, cuando ve llegar a las tanquetas de la tropa de élite, tiembla de los pies a la cabeza", dice esta taxista, que junto a su marido y sus tres hijos vive en una de las favelas más violentas de Río de Janeiro.

El filme Tropa de élite, dirigido por José Padilha, retrata con crudeza la violencia de las favelas, tanto la que ejercen los narcotraficantes como la policía. Se ha convertido en un fenómeno social que ha desencadenado una fuerte polémica pública. Las colas para ver la película son kilométricas frente a los cines. Veinte millones de personas dicen haberla visto o que la verán, y otros 12 millones la han pirateado. La popular revista Veja, que le ha dedicado un reportaje de 17 páginas, dice que "se trata de una obra de ficción que explica con una fidelidad jamás vista cómo la criminalidad ha degradado Brasil".

Más información
Tiroteo sangriento en una favela

Lo que muestra Tropa de élite es cómo opera el cuerpo especial de la policía brasileña para combatir el narcotráfico, el Batallón de Operaciones de la Policía Estatal, conocido como la BOPE.

Recrea la verdadera historia de la Operación Santidad, llevada a cabo por este cuerpo en una favela próxima al arzobispado de Río en los días previos a la visita del papa Juan Pablo II en 1997. En la operación de cuatro meses murieron más de 30 personas y varias decenas fueron detenidas. El libro escrito por un ex agente de la BOPE que participó en esa operación, Rodrigo Pimentel, fue lo que inspiró la película. La BOPE, que nació como un cuerpo incorruptible de 160 policías, tiene hoy más de 400 efectivos y su integridad está más que cuestionada. En lo único que coinciden muchos brasileños es en la brutalidad del cuerpo.

El largometraje no deja indiferente a nadie. Hay quienes lo aplauden de pie y quienes aborrecen las crudas escenas de tortura, pero nadie se queda impasible. Además, supone una bofetada contra la clase media que consume drogas: viene a decir sin medias tintas que cada mazo de marihuana o cada gramo de cocaína que se compra contribuye a que afloren más narcotraficantes, más violencia y más muerte.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La policía aparece como es, corrompida, a veces compinchada con los narcos, a quienes vende hasta sus armas; pero también imprescindible para luchar contra el narcotráfico. Los narcos aparecen sin romanticismos, terriblemente violentos y dispuestos a sembrar el terror y la muerte para mantener el control del mercado. En el sondeo de Veja, el 79% de la población considera que el filme retrata a la policía como es y un 72% piensa que los narcos son tratados en el filme con la crueldad que se merecen.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_