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El brazo derecho de Mohamed VI crea un partido en Marruecos

Fuad Alí Himma, apodado por la prensa el 'virrey', fue director del gabinete real

En enero creó un movimiento y anteayer lo convirtió en el partido Autenticidad y Modernidad. La mera entrega de sus estatutos, el jueves, en el Ministerio de Interior en Rabat se convirtió, a ojos de la agencia de prensa oficial y la televisión, en el tema del día.

La importancia de la noticia se explica porque el virrey, el apodo que le suele dar la prensa, es el alma y la eminencia gris de la nueva formación. Formalmente, sin embargo, Fuad Ali Himma es sólo uno más de sus siete secretarios generales adjuntos. Pero, en realidad, el desembarco de Himma en el ruedo político va a remodelar un panorama marroquí muy fragmentado, en el que las grandes formaciones, sobre todo los socialistas, están en crisis. Sólo los islamistas del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) son capaces de renovarse y crecer.

Acudió al mismo colegio del monarca y fue su ministro de Interior en la sombra
La nueva formación aspira a "superar la balcanización" de la política marroquí

Himma, de 46 años, es íntimo amigo del rey Mohamed VI. Fue su compañero de pupitre en el Colegio Real de Rabat, su director de gabinete cuando era príncipe heredero y su auténtico ministro de Interior -en teoría era el número dos del departamento- tras su entronización.

Hace un año sorprendió al país al dimitir tras una polémica visita a la frontera de Ceuta. Corrió el rumor de que el soberano, enfadado, se había desprendido de él, pero al poco tiempo se les vio de nuevo juntos.

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El virrey se presentó como independiente a las elecciones legislativas del pasado septiembre por la circunscripción de Rhamna, cerca de Marraquech, y arrasó con el 72% de los votos. Formó un grupo parlamentario -tuvo que rechazar adhesiones para no ser el más numeroso-, se alzó a la presidencia de la comisión de Asuntos Exteriores y, en enero, creó el llamado Movimiento de Todos los Demócratas.

Tales éxitos de Himma habrían sido imposibles si no tuviera el halo de ser amigo del monarca. Éste mostró de nuevo su apoyo a su amigo al desplazarse en mayo a la circunscripción de Rhamna para asistir a la presentación de su plan de desarrollo, dotado con 700 millones de euros.

El partido de Himma está compuesto por cinco pequeñas formaciones sin demasiada personalidad, que acaban de fusionarse, y una escuadra de antiguos dirigentes de izquierda y defensores de los derechos humanos. Sobre el papel, el líder de Autenticidad y Modernidad es Hassan Benaddi, ex sindicalista que coqueteó con el marxismo antes de convertirse a la ideología patriótica y tecnocrática que propaga Himma.

Mohamed VI se queja en privado con frecuencia de la debilidad de los partidos marroquíes. En su último discurso del trono, hace diez días, les instó de nuevo "a abanderar la reforma y la modernización y a favorecer un nuevo paisaje político racionalizado". Ése es el propósito declarado de Autenticidad y Democracia. En su primer comunicado anuncia que nace para "superar la balcanización" de la política marroquí.

La ley electoral y las maniobras del Ministerio del Interior, que creó partidos artificiales, han fomentado la fragmentación, entre otras cosas, evitar formaciones potentes que puedan ser un contrapeso al poder monárquico.

En cuanto a la atonía de los partidos, ésta se explica en buena medida por su escaso papel en un país en el que el grueso del poder ejecutivo está en manos del rey. Fundaciones y comisiones reales cortocircuitan, por último, la labor del Ejecutivo.

Más allá de los anuncios del comunicado fundacional, el partido de Himma pretende también contrarestar la fuerza de los islamistas del PJD, con el que ha tenido múltiples piques. "Himma se equivoca de caballo de batalla al querer combatirnos", declaraba esta semana en el diario Le Monde Abdelilá Benkiran, nuevo secretario general de los islamistas del PJD, el partido más votado.

Autenticidad y Modernidad se presentará a las elecciones municipales de 2009 y es evidente que unos buenos resultados trastocarían el reparto del poder en los ayuntamientos. Entre los partidos tradicionales, la aparición de una nueva formación, marcada con el sello real, ha sido recibida de uñas. Es "malsano" para la democracia que un partido "sea percibido como más cercano [al rey] que los demás", comentó el ex ministro socialista de Economía, Fatallah Oualalou.

"Mi amistad con Su Majestad es una cosa; mi trabajo al servicio de mi país, otra muy diferente", replica Himma.

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