La conversión a la política de Romario y Bebeto

Romario, el otrora mayor astro del futbol brasileño, aclamado en los cinco continentes y después caído en decadencia tras dilapidar su fortuna (ha declarado un patrimonio que ronda los 400.000 euros) y protagonizar una serie de turbios episodios que envolvían a conocidos nombres del narcotráfico de Río de Janeiro, hoy es uno de los candidatos a diputado federal (vídeo de campaña) que lideran la campaña en Brasil. La mutación de Romario (que ha querido conservar su nombre de guerra en los terrenos de juego) en político es el puro reflejo del color (y a veces surrealismo) que inunda estos días la carrera electoral. Lejos de tratarse de una candidatura testimonial o folclórica, la del ex jugador, que se presenta bajo la bandera del PSB (Partido Socialista Brasileño), ha roto todas las expectativas ya que los sondeos vaticinan que los electores le votarán en masa.

A Romario le acompaña en las listas de candidatos a diputado su compañero de hazañas en el Mundial del 94, Bebeto, de 46 años, otro crack indiscutible del futbol brasileño (vídeo de campaña) que se postula por el PDT (en portugués, Partido Democrático Trabalhista) para obtener un escaño en la cámara legislativa de Río de Janeiro. De Bebeto se sabe que ha sabido manejar con más pericia los ahorros de su época gloriosa (su patrimonio declarado asciende a más de tres millones de euros) y que no cuenta con el tirón popular de su amigo. Ambos niegan que se hayan reconvertido a la política para preservar una popularidad que rueda cuesta abajo desde hace años, sino por una cuestión de vocación pública.

Pero Romario y Bebeto son pura seriedad si se les compara con un puñado de candidatos surrealistas que en la recta final de esta campaña acaparan la atención de los usuarios de YouTube. En la página www.fichatosca.com los internautas encuentran una recopilación de vídeos con lo mejor de cada casa, e incluso pueden votar a sus preferidos.

Quien hoy continúa el primero de la lista de los más votados es Jeferson Camillo, del minoritario Partido Progresista (PP), que a sabiendas de su escasa proyección pública optó a principios de campaña por recurrir al siempre socorrido sexo para llamar la atención del electorado. Camillo ha colgado en Youtube una serie de vídeos de algo menos de un minuto en los que aparecen chicas y chicos ligeros de ropa, en escenas de motel, lanzando insinuantes mensajes con doble sentido. En uno de ellos, un joven pregunta a su compañera de cama: "¿Es tu primera vez? ¿Estás lista? A lo que ella responde: ¿Sí lo estoy, porque confío en Jeferson Camillo". Verlo para creerlo, la secuencia acaba con unos gemidos de fondo y el logotipo de campaña del desinhibido candidato.

Otro converso a la política es el humorista y showman cearense Tiririca, candidato del PR (Partido de la República) a diputado federal, que ya ha sido objeto de denuncias al presentarse en su vídeo de campaña bailando disfrazado y pidiendo el voto de una manera bastante original: "Hola, estoy aquí para pedir su voto porque quiero ser diputado federal para ayudar a los más necesitados, incluida mi familia. (...) ¿A qué se dedica un diputado federal? En verdad, no lo sé, pero vótame y te cuento. Vota a Tiririca, porque las cosas no van a empeorar aún más", dice con histrionismo. La estrategia debe surtir resultado, porque los sondeos otorgan a Tiririca el primer puesto entre los candidatos a diputado más valorados en el próspero estado de São Paulo, por delante de nombres de gran solvencia, como Paulo Maluf o Márcio França. El que fuera payaso de circo en su infancia podría conseguir cerca de un millón de votos, convirtiéndose en el diputado más votado de Brasil.

A los mítines en Sao Paulo de Dilma Rousseff, la favorita a ganar las elecciones bajo las siglas del PT (Partido de los Trabajadores), no suele faltar el cantante Netinho de Paula , que se postula a senador federal por el PCdoB (Partido Comunista do Brasil), integrando una alianza de varios partidos que lidera el PT. Netinho, que adora los baños de masas, canta al principio de sus discursos y se cimbrea en el escenario, como si los actos electorales fueran un auténtico festival. Las encuestas también vaticinan que obtendrá un escaño en la cámara alta de Brasilia.