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La crisis hondureña pone a prueba la Cumbre Iberoamericana de Estoril

El presidente de Cuba, Raúl Castro, anuncia que no estará en la reunión que arranca mañana en Portugal

La situación en Honduras y el futuro político de uno de los países más pobres de Occidente pondrán a prueba la unidad de la región, en la XIX Cumbre Iberoamericana que se inaugura este domingo por la noche en Estoril. De la crisis hondureña, que se arrastra desde el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio, y de la no legitimación de las elecciones organizadas para mañana domingo por el golpista Roberto Micheletti, hablarán y mucho los dirigentes de las 22 naciones que integran el foro regional.

Brasil, el gigante hemisférico, representa la postura más firme de rechazo a unas elecciones espurias, que, en principio, serán reconocidas por los gobiernos de Estados Unidos y alguna otra nación. El presidente Lula da Silva llega a Portugal para ejercer a fondo su liderazgo para lograr que la cumbre de Estoril condene sin paliativos las elecciones hondureñas nacidas de un golpe de Estado. Para lograr, en definitiva, que la región contradiga con una sola voz a Washington.

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No estará en Estoril el presidente venezolano, Hugo Chávez, lo que atenuará la beligerancia de los discursos y, sin duda, la escenificación de su contencioso con el colombiano Álvaro Uribe, por el apoyo militar estadounidense a Bogotá en la lucha contra el narcotráfico. Tampoco acuden a la Cumbre el boliviano Evo Morales ni el uruguayo, Tabaré Vázquez, inmersos en procesos electorales. Ni el nicaragüense Daniel Ortega, el guatemalteco Álvaro Colom y el paraguayo Fernando Lugo, aparentemente, por razones domésticas. Como es habitual con Cuba, el presidente Raúl Castro ha dejado para última hora el anuncio de que no asistirá a la reunión, y el país estará representado por el titular de Exteriores, Bruno Rodríguez.

El lema de este año es Innovación y Conocimiento, en una región donde el 30% del gasto en este concepto es de origen privado, y donde el porcentaje de investigadores que trabaja en el sector público y universidades es del 80%. Todo lo contrario de lo que ocurre en la mayoría de países desarrollados. Los asistentes a la Cumbre pondrán sobre la mesa la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una signatura pendiente, que ya fue planteada sin éxito en la cumbre del G-20 de Pitsburg.

España y Portugal tratarán de que la Cumbre de Estoril sirva para dar un empujón al acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Mercosur, cuya negociación empezó en 1999. El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, dijo esta semana en Lisboa que el acuerdo está más maduro que nunca, y que es posible que llegue a firmarse durante la Presidencia española, en la cumbre de mayo en Madrid entre la UE y América Latina. El ministro portugués de Exteriores, Luis Amado, el ex presidente Felipe González y el embajador español en Lisboa, Alberto Navarro, han dado también muestras de optimismo sobre la próxima firma del acuerdo. De momento, en la agenda de Estoril figura una reunión a nivel de ministros de España, Portugal y los cuatro países miembros de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). No se descarta que pueda realizarse un encuentro, aunque sólo sea para la foto, de los máximos líderes de estos seis países.

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