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El delito de inmigración ilegal lleva la división al centro-derecha italiano

El Europarlamento convoca hoy un debate sobre la situación de los gitanos

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, se proclamó ayer favorable a convertir la inmigración clandestina en un delito, y anunció que el paquete de seguridad que llevará mañana al consejo de ministros de Nápoles estará en vigor antes de julio. Según explicó, el paquete incluirá 30 capítulos, frente a los 40 anunciados. El ministro dijo que "en países civilizadísimos como Francia y Alemania, el delito de inmigración clandestina ya existe, y prevé un juicio inmediato y la expulsión tras la condena".

Berlusconi decidirá qué medidas formarán parte del decreto urgente
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"Expulsaremos a los extranjeros delincuentes"

El anuncio de Maroni trató de zanjar la creciente división en el Gobierno de centro-derecha, que a 48 horas del consejo de Nápoles seguía enzarzado en una discusión pública sobre el contenido del paquete de seguridad. La corriente de Alianza Nacional, por ejemplo, se ha mostrado en contra de la medida principal y quiere limitar la expulsión a los ilegales que hayan cometido delitos.

Maroni señaló que en su opinión, las 30 medidas deben ser aprobadas con carácter de urgencia, pero que será Silvio Berlusconi quien decida cuáles formarán parte de un decreto y cuáles irán al Parlamento. En cualquier caso, añadió, "el proyecto de ley tendrá trato prioritario".

Minutos antes del anuncio, el líder de la oposición y secretario del Partido Democrático, Walter Veltroni, salió de un largo mutismo para condenar a quienes "dulcifican o justifican los gravísimos sucesos" racistas de Nápoles, y para mostrar su oposición a la medida bandera del decreto, el delito de inmigración ilegal. Según Veltroni, sería un paso "inútil y dañino" que sólo servirá para abarrotar las cárceles. El líder centrista Pierferdinando Casini también anunció su desacuerdo.

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La Unión Europea sigue con atención cada señal que llega de Italia. Ayer, la Comisión apremió a "resolver rápidamente" la nueva emergencia de las basuras en Nápoles. La inmundicia sigue humeando y el nivel de dioxinas aumentando.

Desde Estrasburgo, el Parlamento Europeo mostró su preocupación por la situación de la comunidad gitana (aunque sea en muchos casos una herencia de décadas) al aprobar la convocatoria urgente, para hoy, de un debate extraordinario, informa Andreu Missé desde Bruselas. Maroni dijo ayer que Italia "eliminará todos los campamentos ilegales y creará estructuras seguras con alojamientos dignos de tal nombre. No se puede consentir que seres humanos vivan en esas condiciones de degradación".

La alarma lanzada por la eurodiputada húngara Viktoria Mohacsi, tras visitar los campamentos de Nápoles y Roma, creció con una nueva denuncia: varias familias rumanas no han tenido noticias desde hace meses de 12 niños roma detenidos por la policía de Nápoles.

Para que no todo sean malas noticias, ayer se dijo que Il Cavaliere se alojará durante su estancia en Nápoles en la suite imperial del Hotel Vesuvio, 350 metros cuadrados y 4.200 euros la noche.

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