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Reportaje:

El dengue pone en alerta a Río

Las autoridades admiten una epidemia en el Estado brasileño y el Ejército se prepara para combatirla

La epidemia de dengue en Río de Janeiro es oficial. El secretario de Salud del Estado de Río de Janeiro, Sergio Cortes, así lo admitió el viernes tras conocerse la muerte de un bebé de nueve meses infectado por el mosquito aedes aegypti, que transmite tanto el dengue como la fiebre amarilla. Las autoridades de Río de Janeiro confirmaron también ayer la muerte de un niño de doce años por el dengue, enfermedad infecciosa que tiene a los hospitales de la ciudad carioca en emergencia y que se calcula que ya han contraído unas 36.000 personas. Los muertos ascienden ya a 49 en lo que va de año.

Cortes pidió "disculpas" a la población por la caótica situación que se vive en los hospitales públicos, totalmente colapsados. El ministro de Defensa, Nelson Jobim, ha dicho que las Fuerzas Armadas pueden incorporarse de inmediato a las tareas de fumigación, como lo hicieron en Brasilia en enero pasado, cuando en los alrededores de la capital hubo un fuerte brote de fiebre amarilla. También se montarán hospitales ambulantes en los diferentes barrios de Río de Janeiro. Se teme que la epidemia se propague por otros Estados brasileños.

"Aún tenemos problemas serios, hay muchas filas en los hospitales. Les pido perdón a los enfermos que deben esperar para ser atendidos", dijo el viernes Cortés, quién confirmó: "estamos con un cuadro de epidemia", algo que las diferentes autoridades municipales y nacionales habían querido negar.

El alcalde de Río, César Maia, continúa sosteniendo, sin embargo, que no se trata de una epidemia y ha acusado al ministro de Sanidad, José Gomes Temporão, de haber escondido el número de víctimas mortales, sobre todo las infantiles en otros Estados del país, algo que forma parte de las luchas políticas entre Maia y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien, por otro lado, apoya con fuerza al gobernador del Estado de Río, Sergio Cabral, y a Temporão.

El ministro de Salud, José Gomes Temporão, ha convocado a las autoridades sanitarias federales del Estado de Río de Janeiro y de la municipalidad de la ciudad, para una reunión que se realizará hoy, en la que se intentará definir una estrategia de combate a la enfermedad y al mosquito.

La peor situación se presentó el pasado jueves, cuando fueron registrados 2.053 casos de dengue, lo que supuso un alarmante promedio de 1,4 por minuto. Los hospitales cariocas están en situación de emergencia y su personal no da abasto para atender a las miles de personas que se aglomeran cada día con presuntos síntomas de la enfermedad.

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A su vez, HemoRio, el banco de sangre oficial, pidió reforzar la cantidad de donantes de sangre, debido a que la demanda de plaquetas ha aumentado un 50% y se existe riesgo de que se agoten.

No va a ser la primera vez que el Ejército tenga que intervenir en la lucha contra la proliferación del mosquito culpable del dengue en Río de Janeiro. Ya lo hizo en 1998 cuando más de 2.000 soldados entraron en guerra contra el mosquito.

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