La disidencia cubana reactiva el Proyecto Varela
La disidencia cubana ha decidido desafiar al Gobierno de Raúl Castro impulsando el Proyecto Varela, una iniciativa popular para lograr un referéndum que conduzca a la democratización.
El plan, que le valió a su promotor, Oswaldo Payá, el Premio Sajárov del Parlamento Europeo en 2002, sigue al pie de la letra la ley cubana, que exige 10.000 firmas para solicitar a la Asamblea Nacional del Poder Popular la convocatoria de un referéndum. Sin embargo, la respuesta del régimen a las 25.000 firmas presentadas en 2003 por Payá para pedir una consulta sobre libertades políticas y económicas fue contundente: la oleada represiva en la Primavera Negra llevó a la cárcel a 75 disidentes, entre ellos 42 coordinadores del Proyecto Varela.
Ayer, Payá, vía telefónica desde La Habana, y un grupo de opositores en Madrid anunciaron que reactivarán la iniciativa ante el "inmovilismo" del Gobierno de Raúl Castro. Las medidas liberalizadoras son, dicen, virtuales; el aparato represivo está intacto y la oposición sigue bajo acoso, explica Carlos Payá, hermano de Oswaldo y exiliado en España. De ahí las dificultades que afrontará la nueva campaña de recogida de firmas, para la que se ha creado una página web (www.queescuchenalpueblo.org).
Respecto al acercamiento diplomático del Gobierno español, los disidentes lamentan que no haya habido ninguna contrapartida de La Habana. "Somos partidarios del diálogo, pero el peligro de estas iniciativas que marginan a la oposición democrática", dice Payá, "es que son aprovechadas por el régimen para presentarlas como un apoyo externo. El verdadero diálogo tiene que darse dentro de la isla".
