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Revolución democrática en el Magreb

Cuatro egipcios se queman a lo bonzo contra el Gobierno

Un hombre de 25 años murió ayer tras quemarse a lo bonzo en la costera ciudad mediterránea de Alejandría. Otros tres egipcios se prendieron también fuego: dos en El Cairo y uno más en Ismailiya, en la zona del canal de Suez, sin que el Gobierno del presidente Hosni Mubarak se haya pronunciado al respecto. Estas cuatro inmolaciones siguen a otra acaecida ayer a las puertas del Parlamento egipcio que coincidía con acciones similares en Mauritania y Argelia.

Pocos dudan de que el detonante haya sido la protesta del joven tunecino Mohamed Bouazizi, que originó la revuelta que ha llevado a la caída del régimen de Ben Ali. Una acción que parece haber inspirado un movimiento de crítica que empieza a extenderse por otros países árabes.

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En Egipto abrió la brecha el lunes pasado Abdou Abdel Moneim, de 49 años, que sufrió quemaduras de tercer grado al rociarse con gasolina mientras gritaba: "Fuerzas de seguridad nacional: he perdido mis derechos en este país". Dueño de un restaurante en Ismailiya, protestaba contra la decisión de las autoridades de cerrar su local.

Cundió el ejemplo y ayer Ahmad Hashem, un licenciado en Derecho de 25 años, que llevaba tiempo buscando trabajo sin éxito se quemó con queroseno líquido en el tejado del edificio donde vivía en Alejandría. El hombre falleció horas después en un hospital.

Las autoridades egipcias han prohibido la venta de bidones de gasolina en las estaciones de servicio.

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