_
_
_
_
_

Lucha voto a voto en Bolivia

Las encuestas anticipan el triunfo de Evo Morales a pesar de la polémica sobre un presunto fraude en las inscripciones del censo electoral

En Bolivia nadie duda de que Evo Morales logrará el domingo la reelección para un segundo mandato consecutivo, por primera vez en la historia democrática, con más del 50% de los votos, pese a denuncias de un supuesto fraude a partir del nuevo censo electoral, que ha colocado en el ojo del huracán a la Corte Nacional Electoral.

Las últimas encuestas de intención de voto ratifican las tendencias que se registraron a lo largo de la campaña: otorgan al presidente, Evo Morales, y al vicepresidente, Álvaro García Linera, entre el 52% y el 55% de los votos; en un segundo lugar, con menos del 25%, se encuentran los ex prefectos Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández, y, en tercer lugar, el empresario Samuel Doria Medina, con algo más del 10%. Los restantes cinco candidatos no logran el 5% de las preferencias en las consultas.

Más información
Todo el poder para Evo Morales

Morales ha desarrollado una intensa campaña electoral en los departamentos que se mostraron más adversos a su gestión de cuatro años y, aparentemente, ha logrado romper el hielo: podría cosechar un importante número de votos en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que forman la llamada media luna, que se rebeló para reclamar la autonomía regional.

Con ello, consolidará el ya descontado apoyo de los departamentos altiplánicos y de su plaza fuerte, Cochabamba. Sin embargo, los analistas políticos consideran que el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) no alcanzará los dos tercios de los escaños de la Asamblea Legislativa Plurinacional, principalmente en el Senado.

La Corte Nacional Electoral se encuentra en el centro de una tormenta por su actuación en el proceso de depuración del padrón electoral, después de haber respondido con solvencia al desafío de construir en menos de tres meses un nuevo censo biométrico con la participación ciudadana, que se volcó en el registro civil para inscribirse.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Dos días después de concluido el registro, el 17 de octubre, la Corte informó de que 4.826.669 bolivianos formaban parte del nuevo padrón biométrico, además de otros 168.096 inscritos en España, Brasil, Argentina y Estados Unidos.

A finales de noviembre anunció que, tras la depuración el padrón, contaba con 5.138.583 electores. La Corte acaba de retroceder en su decisión de depurar 400.671 partidas que incumplieron los requisitos. La depuración fue aplaudida por los opositores, pero condenada por el Gobierno.

El presidente Morales acusó a la Corte de ser aliada de los candidatos opositores cuando denunciaba que el marginamiento de ese grupo ciudadano reflejaba el intento de reducir el número de votos a su favor. "Después de que acaben las elecciones vamos a demostrar jurídicamente y técnicamente cómo la Corte ayudó a esos partidos, todo con tal de perjudicar al nuestro", dijo Morales en La Paz, durante una conferencia de prensa en la casa de Gobierno. Más duro, dijo que el presidente de la Corte Electoral, José Antonio Costas, se había convertido en el "jefe de campaña" de Manfred Reyes Villa, su principal rival político.

Ya en el cierre de campaña en Oruro, Morales dijo que temía que los movimientos sociales decidieran actuar en contra de la Corte si no revisaba la depuración de estos ciudadanos. Poco después, dirigentes de estos grupos de seguidores advirtieron de su intención de cercar el edificio hasta conseguir la revisión de la medida. La Corte cedió a la presión al término de una reunión de las nueve cortes regionales y la nacional en Santa Cruz.

El retroceso de la autoridad electoral ha dado lugar a que varios líderes de la oposición comiencen a hablar de fraude a partir de un censo biométrico poco fiable y expresaron sus sospechas de que la Corte es cómplice del oficialismo en una maniobra que resta posibilidades a los adversarios.

"Hablar de fraude es un mensaje de derrota anticipada", criticó Morales, y señaló que sus oponentes continuarán las acusaciones para desprestigiar su candidatura. "A estas alturas no importa, con guerras sucias y tergiversaciones no van a estar convenciendo al pueblo para que vote en contra mía".

Además de las medidas en contra del presidente de la Corte Electoral, Morales ha afirmado que sus dos principales rivales irán a la cárcel después del 6 de diciembre. "Vamos a cambiar la justicia y los dos van a estar en la cárcel. Recuérdense: se va a hacer eso con semejantes delincuentes, farsantes que roban la plata del pueblo", dijo Morales, que, sarcástico e irónico, añadió que le daría vergüenza hacer un cierre de campaña en un teatro con aforo para 800 personas, como hizo el martes Reyes Villa en La Paz.

El MAS dedicó todos sus esfuerzos a mantener a Leopoldo Fernández en la cárcel, acusado del asesinato de 11 indígenas en el aún no esclarecido incidente de Porvenir (Pando), y ha promovido casi una veintena de procesos contra Reyes Villa por supuestas acciones dolosas en su gestión como prefecto de Cochabamba, aunque algunos de ellos han sido sobreseídos por la justicia.

La anodina campaña electoral en el plano ideológico y programático ha contrastado con la violencia ejercida por los grupos de choque, principalmente de los seguidores de Morales, que exhibieron un excesivo celo ante la presencia de grupos de adversarios que intentaban desplegar sus propuestas pero fueron expulsados a golpes de los lugares públicos que los partidarios del presidente consideran sus plazas fuertes exclusivas.

Los electores se quedaron sin los tradicionales debates ideológicos y de confrontación de programas de Gobierno ante la sistemática negativa de Morales a dar relevancia a los candidatos que considera perdedores. "No voy a debatir con pichones del neoliberalismo", dijo Morales, que considera de mayor beneficio debatir con el pueblo, siempre que no haya discrepancia alguna.

Indígenas concentrados ante la Corte Nacional Electoral comprueban sus nombres en las listas para las elecciones del domingo.
Indígenas concentrados ante la Corte Nacional Electoral comprueban sus nombres en las listas para las elecciones del domingo.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_