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Los principales candidatos en Irán se atribuyen la victoria

Según el Ministerio del Interior el conservador Ahmadineyad se situaría por delante del reformista Musaví, con la casi la mitad de los votos escrutados.- La participación ha sido masiva

Con una participación que superó todos los pronósticos, los iraníes votaron este viernes para decidir si quieren que Mahmud Ahmadineyad siga otros cuatro años al frente del Gobierno. 46,2 millones de iraníes mayores de 18 años tienen derecho a voto. La nutrida asistencia a las urnas favorecía en principio a su principal contendiente, Mir Hosein Musaví, un moderado respaldado por los sectores reformistas. Sin embargo, mientras el Ministerio del Interior prolongaba varias veces la hora de cierre de los colegios electorales para que nadie se quedara sin depositar su voto, portavoces de uno y otro candidato reclamaban para sí el triunfo. Nada más cerrarse las urnas, Musaví dijo que había logrado el 65% de los votos, mientras que horas después la agencia oficial de noticias otorgaba a Ahmadineyad el 67% con casi la mitad de los votos escrutados.

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"La participación no tiene precedentes", declaró el jefe de la Comisión Electoral, Kamran Daneshjoo, quien pasada la hora inicial de cierre, a las seis de la tarde, hablaba del 70%. Daneshjoo estimó que al concluir la jornada electoral se habría batido el récord de cerca del 80% que se registró en 1997, durante la primera elección de Mohamed Jatamí.

Ahmadineyad, de 52 años, cuenta con el voto de campesinos, pensionistas y funcionarios, a quienes ha prometido más ayudas gubernamentales y resistir las presiones occidentales sobre el programa nuclear. El ex primer ministro Musaví, de 67, que ha ofrecido mayores libertades sociales y mejores relaciones con Occidente, espera capitalizar el rechazo que suscita la política del presidente entre las clases medias urbanas, en especial, los jóvenes y las mujeres.

Desde la apertura de las urnas a las ocho de la mañana, hubo largas colas ante la mayoría de los colegios electorales. A media tarde, la nutrida afluencia de votantes había dejado sin papeletas numerosos colegios tanto en el noroeste del país como en el norte de Teherán. Aunque se trata de una papeleta única en la que el elector debe escribir el nombre de su elegido, ambas zonas suelen votar reformista, lo que motivó las quejas de los responsables de la campaña de Musaví.

"En la mezquita de Shahrak-e-Qods llevan dos horas esperando papeletas", denunció a este diario Yahanbaahs Janyaní, portavoz de la sede electoral reformista, cuando faltaba media hora para que a las nueve de la noche concluyera la segunda extensión del voto. "Todos esperamos que se prolongue la jornada electoral hasta la medianoche", añadía. En cualquier caso, la ley establece que ninguno de los presentes en los colegios en el momento del cierre se quede sin votar.

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La extensión del horario es una práctica habitual en todos los comicios. Los iraníes suelen ser votantes tardíos. Sin embargo este viernes, ni siquiera al mediodía, durante las horas de más calor, se notó el bajón. La mayoría de los analistas estima que ese frenesí prueba la participación de muchos prorreformistas que boicotearon las elecciones anteriores, en 2005, cuando Ahmadineyad sorprendió a todos con su victoria. Cuatro años más tarde, su estilo agresivo en política exterior y la mala gestión económica han alentado un movimiento en su contra que podía obligarle a ir a una segunda vuelta.

Sin embargo, con las urnas aún abiertas, los aliados de Musaví ya le daban como ganador en la primera, algo para lo que se requiere una mayoría absoluta. "Basándonos en nuestros sondeos, Musaví obtiene entre el 58% y el 60% del voto y ha ganado", declaró Sadeg Jarrazí a la agencia Reuters. Casi de inmediato, Alí Akbar Javanfekr, el asesor de prensa de Ahmadineyad, tachaba esa afirmación de "guerra psicológica" y otro de sus portavoces, Alí Asgar Zarei, aseguraba a la semioficial Mehr que era el actual presidente el que obtenía ese porcentaje de votos.

Aunque en Irán encuestas y sondeos a pie de urna están prohibidos, todos realizan sus propias estadísticas. No obstante, sin conocer los datos técnicos y la amplitud de sus muestreos, resulta difícil concederles credibilidad. "Quiero dar un gran no al actual Gobierno", declara Alí, un profesor universitario de 34 años, en un colegio electoral del noroeste de Teherán

Los iraníes están acudiendo masivamente a votar en las elecciones presidenciales, cuyos candidatos favoritos son el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, que aspira a la reelección, y el ex primer ministro Musavi, un conservador moderado. Los colegios electorales abrieron a las 8 de la mañana, hora local y su cierre, previsto a las seis de la tarde, podría aplazarse hasta la medianoche si hay mucha afluencia de gente. La gran cantidad de votantes, 46 millones, es un factor clave y puede forzar la segunda vuelta, aunque los analistas no descartan que Musavi pueda ganar en primera vuelta y se convierta en la segunda persona más poderosa del país después del guía supremo, el ayatolá.Vídeo: VNEWS

Gates: "No importa quien gane, sino sus políticas"

El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, ha asegurado hoy en Bruselas que para Estados Unidos no es tan importante quien salga elegido presidente de Irán en los comicios que se celebran este viernes como las políticas que impulsen el dirigente elegido.

"Estamos interesados en ver qué políticas sigue el Gobierno iraní. Con independencia de quien gane, esperaremos a ver qué tipo de políticas sigue esa persona. Depende menos de las personalidades que de las políticas que sigan", explicó, al ser preguntado por la preferencia de candidato de Estados Unidos en las elecciones iraníes.

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