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La esposa de Colom será candidata a la presidencia de Guatemala

La decisión de Sandra Torres genera una dura polémica sobre su legalidad

El ejemplo argentino se extiende por Latinoamérica. Sandra Torres Casanova, de 51 años, esposa del presidente de Guatemala, Álvaro Colom, anunció que buscará que el partido en el Gobierno, la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, sobre el que ejerce un férreo control), la proclame como candidata a la presidencia de Guatemala en las elecciones generales previstas para septiembre.

Las aspiraciones de Torres han provocado una tormenta política, en la medida en que plantea problemas legales. La Constitución prohíbe expresamente optar a la máxima magistratura del Estado a "los parientes de cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad" del presidente de la República, de acuerdo con su artículo 186, inciso C.

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No obstante, en sus primeras declaraciones a la prensa tras el anuncio, Sandra de Colom negó tajantemente que sus aspiraciones pudieran tener impedimentos legales. "Tengo el derecho constitucional, político y humano de aspirar a la Presidencia. Si no estuviera segura de ello, no participaría", dijo Torres.

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Ante las alternativas que se plantean, Álvaro Colom descarta tajantemente la posibilidad de un divorcio, mientras que los abogados del partido hacen encajes de bolillos para dar apariencia de legalidad a la candidatura. Los argumentos esbozados por Torres son los más socorridos. El primero, que de acuerdo al artículo 190 del Código Civil "los cónyuges son parientes, pero no forman grado", o bien que la opción a optar a la presidencia de Guatemala es un derecho humano que no se le puede prohibir a Torres, en alusión al artículo 46 de la Constitución, que reza que, en materia de derechos humanos, "los tratados y convenciones, aceptadas y ratificadas por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno".

Al respecto, Raquel Zelaya, secretaria ejecutiva de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes, una entidad independiente), advirtió que la situación creada "pone en alto riesgo la credibilidad del Tribunal Constitucional". Sucede que el anuncio se ha producido justo en la semana en que deben ser elegidos los magistrados del Tribunal Constitucional, y pone en duda la idoneidad de algunos candidatos.

El precedente establecido en 2003, cuando un Constitucional conformado a conveniencia por el Gobierno Portillo-Ríos Montt, admitió la candidatura de Efraín Ríos Montt, expresamente prohibida por la Carta Magna, que niega la posibilidad de presentarse a quienes hayan llegado al poder por medio de un golpe de Estado. Ríos Montt alcanzó el poder en marzo de 1982, tras un golpe que depuso a Romeo Lucas García.

La candidatura de Torres era un secreto a voces, pero fue sistemáticamente negada tanto en el Gobierno como por el partido. No obstante, en las últimas semanas la estrategia de la UNE la hizo evidente. Concentraciones "espontáneas", acompañadas de una intendencia impecable en un país donde las instituciones no funcionan, que buscaban proyectar la imagen de un "clamor popular" para que la primera dama aceptara la postulación, fueron el preludio del anuncio consumado el martes.

Torres Casanova, nacida el 15 de octubre de 1959 en Melchor de Mencos (Petén, al norte del país), ha tenido protagonismo desde el mismo día en que Colom asumió el poder y ha liderado los programas de asistencia social tradicionalmente asignados a la esposa del mandatario. Mi Familia Progresa, un plan de transferencias monetarias que beneficia a los padres que envíen a sus hijos a las escuelas y, por lo menos una vez al año, a revisiones médicas, ha sido criticado duramente por la oposición, debido a que ha recibido fondos asignados a ministerios como Salud o Interior, sin la posibilidad de una fiscalización adecuada.

Sandra de Colom, licenciada en Ciencias de la Comunicación, tiene también una maestría en Políticas Públicas. Es madre de cuatro hijos de un primer matrimonio.

La esposa del presidente de Guatemala, Sandra Torres, en un mitin en Mixco.
La esposa del presidente de Guatemala, Sandra Torres, en un mitin en Mixco.LUIS SOTO (AP)

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