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Los estudiantes lideran la oposición contra el régimen de Chávez

Primero se opusieron al cierre de RCTV, y ahora, a la reforma constitucional

Francisco Peregil

Unos visten camisetas blancas donde se lee: "¿Por qué NO te callas?", con el no resaltado por un circulito rojo, indicativo de quienes se pronuncian contra la reforma constitucional promovida por el presidente Hugo Chávez y cuyo referéndum se celebrará el próximo 2 de diciembre. Otros son hijos de dirigentes chavistas. Algunos se declaran de izquierdas, admiradores de José Luis Rodríguez Zapatero, y otros de la presidenta chilena, Michelle Bachelet. Abundan los de centro y de centro derecha. Son la gran esperanza de la oposición a Chávez.

Algunos universitarios se han hecho tan famosos como actores de telenovelas
"La nueva Carta Magna no resuelve la pobreza", dice un líder estudiantil

Mimados por todos los medios de comunicación antichavistas, en pocos meses algunos estudiantes se han hecho tan famosos como actores de telenovelas. Y el más famoso de todos es Yon Goicoechea, nieto de vascos.

Goicoechea se considera de "centro o de centro izquierda", y admira el modelo político de Alemania porque ha logrado "mantener una consistencia en las políticas públicas independientemente del Gobierno de turno". Tiene 23 años, le quedan siete meses para licenciarse en Derecho en la Universidad Católica de Caracas, está enamorado de Sevilla desde que la visitó hace tres años, firma autógrafos, le abrazan por la calle, su teléfono está siempre desconectado y él selecciona a quién llama.

Hace una semana abandonó un acto de protesta organizado por los estudiantes cuando Manuel Rosales, líder del socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, partido mayoritario de la oposición, subió al estrado. "Tengo mucho respeto por Rosales", explica Goicoechea, "pero no podemos asumir el tutelaje de un solo partido político. Si hubieran asistido los otros líderes de la oposición, no me habría marchado".

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Cuando Hugo Chávez decidió hace seis meses no renovar la licencia del canal Radio Caracas Televisión (RCTV), miles de estudiantes salieron a la calle con las manos pintadas de blanco. Constituyeron un parlamento estudiantil con representantes de universidades públicas y privadas. Y ahora convocan actos de protestas en contra de la reforma constitucional que permitiría al presidente del Gobierno presentarse como candidato a cuantas elecciones quiera sin el límite de dos mandatos que impone la actual Constitución venezolana.

En la Universidad Central de Venezuela, la más antigua del país, se produjo un enfrentamiento entre estudiantes chavistas y antichavistas hace dos semanas cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo cuando varios encapuchados chavistas dispararon sus pistolas. El pasado viernes se celebraron elecciones en este centro de 44.000 estudiantes de donde han salido buena parte de los dirigentes políticos de Venezuela. El ganador, el nuevo presidente de la Federación de centros de esa universidad resultó Ricardo Sánchez, con un 92% de los votos. Sánchez se declara partidario del socialismo que abandera el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, cree que la reforma no resuelve los tres principales problemas del país, "que son la corrupción, la inseguridad y la pobreza", y su teléfono no deja de sonar.

-Vosotros sois como una llamita -le dice un admirador en el acto de presentación de un libro sobre el movimiento estudiantil.

-Ojalá que prenda en todo el país.

-Dios te oiga, amén, que así sea.

La oposición está dividida entre los que defienden votar no y los que plantean la abstención porque no confían en la independencia del Centro Nacional Electoral, cuyo antiguo responsable es ahora el vicepresidente del Gobierno, Jorge Rodríguez. Pero Sánchez votará. "Prefiero llamarles ladrones a los del centro electoral que regalarles el voto". Sánchez está leyendo Marxismo para principiantes, de Eduardo del Río, y Ética para Amador, de Fernando Savater.

El presidente venezolano y Ahmadineyad han estrechado lazos durante una reunión en TeheránVídeo: ATLAS

"La intolerancia es total en el país"

Algunos estudiantes como Manuela Bolívar, recién licenciada en Psicología por la Universidad Católica de Caracas, no tienen que andar mucho para encontrar a los representantes del Gobierno. Su padre es el gobernador chavista del Estado de Aragua. "La intolerancia es total, ha llegado a tales límites en Venezuela que no puedes andar por la calle con determinados símbolos, de uno u otro bando, porque te caen a golpes. Hay listas tanto de la oposición como del chavismo. Yo llamo a la reconciliación. Aquí se han roto relaciones entre hermanos, hijos y padres, novios, amigos. Y más allá de las diferencias políticas deben prevalecer los vínculos esenciales".Héctor Rodríguez, de 25 años, estudiante "afecto al oficialismo", que es como se autodenominan en Venezuela muchos chavistas, alumno de último curso de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, resta importancia al movimiento estudiantil de oposición. "En Venezuela hay 1.700.000 estudiantes universitarios. Pero los que se mueven en contra de la reforma no llegan ni al 20%. Pertenecen a los centros privados y a algunas universidades públicas autónomas, que por su carácter de autónomos seleccionan en su mayor parte a estudiantes que proceden de los centros privados. Se les ve mucho porque la oposición concentra ese movimiento en Caracas, donde hay mayor impacto mediático". Rodríguez cree que el 2 de diciembre, cuando 16 de los 27 millones de habitantes que tiene el país, sean convocados a las urnas, la fuerza de los estudiantes antirreforma será escasa."La oposición no tiene fuerza ni entre los campesinos ni entre los trabajadores. Lo único que le queda es el incipiente movimiento estudiantil, y lo utilizan al máximo. Ojalá que estos estudiantes asuman el vacío que padece Venezuela con su oposición", añade.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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