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Los estudiantes venezolanos llevan su protesta al Supremo

El Gobierno suavizó su postura y accedió a autorizar la marcha a condición de que fuera pacífica

Los estudiantes universitarios de Venezuela protagonizaron ayer de nuevo manifestaciones callejeras en rechazo del proyecto de reforma constitucional propuesto por el presidente, Hugo Chávez, y que será sometido a referéndum popular el próximo 2 de diciembre.

Decenas de miles de alumnos de las principales universidades públicas y privadas de Venezuela marcharon a lo largo de varios kilómetros hasta la sede del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, donde entregaron un documento en el que exigen la suspensión de la consulta popular y que se otorgue un tiempo mayor para la discusión de la reforma.

Los líderes del movimiento estudiantil fueron recibidos por la presidenta del máximo juzgado venezolano, Luisa Estela Morales, quien se comprometió a estudiar el planteamiento contenido en el documento. La marcha transcurrió sin problemas, a diferencia de lo ocurrido la semana pasada, cuando los estudiantes se movilizaron hasta el Consejo Nacional Electoral y, tras reunirse con la directiva del organismo, se produjeron desórdenes.

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En esa ocasión, los jóvenes que conversaron con la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, y con los demás rectores del juzgado electoral, intentaron encadenarse en una escalera ubicada a la salida del lugar donde se realizó la reunión, pero la Guardia Nacional no se lo permitió. En las afueras, los manifestantes que esperaban el retorno de sus compañeros trataron de sobrepasar violentamente el cordón policial y fueron reprimidos con gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua.

Hijitos de papá

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El desenlace de aquella marcha había puesto en duda que las autoridades concedieran nuevos permisos para marchar a este grupo opositor.

El presidente Chávez, en un discurso pronunciado el domingo al iniciar la campaña por el sí, recriminó a su ministro del Interior y Justicia, Pedro Carreño, y a los alcaldes Freddy Bernal (de Caracas) y Juan Barreto (Metropolitano) por ser demasiado permisivos y tolerar que "estos hijitos de papá destruyan la ciudad y quieran quemar vivos a los policías".

Chávez atenuó luego su postura y recomendó dar los permisos sólo si los organizadores se comprometían a garantizar el desarrollo pacífico de la manifestación. "Si se produce cualquier alteración del orden o cualquier desafío a la autoridad, esa marcha debe ser disuelta de inmediato", dijo el presidente la noche del lunes en un programa de televisión.

Los cuerpos de seguridad desplegaron una amplia operación de custodia para evitar la repetición de los sucesos de la ocasión anterior. Sin embargo, al final de la jornada, se desataron enfrentamientos violentos, en los que dos personas resultaron heridas por disparos. Los estudiantes están en desacuerdo con la reforma, porque según ellos elimina la autonomía universitaria y les obligará a seguir carreras profesionales decididas por el Estado.

Portavoces del Gobierno y de la Asamblea Nacional (Parlamento) aseguran que, por el contrario, la reforma permitirá la democratización de las universidades y no prevé cláusula alguna que impida a las personas cursar los estudios que más les apetezcan.

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