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Reportaje:

Los falsos huérfanos de Haití

Cuatro padres reclaman a seis de los 33 menores rescatados por la policía cuando iban a ser sacados ilegalmente del país por un grupo estadounidense

Francisco Peregil

El sábado, 10 estadounidenses pertenecientes a una organización cristiana llamada Refugio para Menores Nueva Vida fueron interceptados por la policía de Haití en la frontera con República Dominicana cuando intentaban sacar del país a 33 niños haitianos supuestamente huérfanos. La policía haitiana envió a los 10 estadounidenses a la cárcel acusados de participar en una trama de adopción ilegal y a los niños a las dependencias de la organización de origen austriaco SOS Aldeas Infantiles, en la localidad de Santo, a unos 30 kilómetros de Puerto Príncipe. Pero el final de la historia aún queda lejos. Y no está claro que vaya a ser feliz.

"Los críos llegaron exhaustos. Una niñita de dos meses tenía casi 40 grados de fiebre. Y otra niña de unos ocho años no hacía más que llorar diciendo que ella no era huérfana y que tenía madre. La policía nos dijo de forma extraoficial que esa organización iba a cobrar hasta 10.000 dólares [unos 7.200 euros] por cada adopción. Uno de nuestros colaboradores, de 25 años, se echó a llorar cuando los vio venir porque nos dijo que a su hermano también los secuestraron hace años de forma muy parecida", comenta Edgar Orantes, coordinador de Emergencias de Aldeas Infantiles.

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La niña que lloraba se sabía el teléfono de su madre. Ella creía que la madre la había enviado de vacaciones para salvarla de la miseria del seísmo. Los asistentes sociales las pusieron en contacto.

Y la madre se presentó el domingo en Santo con una carta que le había dado la organización Nueva Vida cuando se llevaron a su hija: "Tenemos un hermoso lugar para vivir con un campo de fútbol, piscina, muy cerca del mar. Contamos con la autorización del Gobierno para llevar a los niños y bebés de hasta 10 años a estos orfanatos de República Dominicana. Los familiares y amigos pueden visitarlos y ver el funcionamiento en nuestra página web...".

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En su página de Internet, ya bloqueada, esta organización aseguraba que se encontraba "en el proceso" de comprar tierras para construir un orfanato, una escuela y una iglesia en la localidad dominicana de Magante. Mientras "el proceso" se completaba, habían arrendado 45 habitaciones en un hotel en el municipio dominicano de Cabarete, con el fin de convertirlo en un orfanato provisional. Cualquiera que esté familiarizado con el terreno de las adopciones en Haití sabe que el proceso conlleva normalmente un año y medio. Pero los 10 estadounidenses, vinculados a una iglesia baptista del Estado de Idaho, lograron acortar el plazo de forma inaudita. Queda por ver hasta qué punto contaron con la colaboración de ciertos padres.

De momento, la madre de la niña que lloraba no podrá recuperarla. Otros tres padres han reclamado a cinco niños desde el sábado. Y Aldeas Infantiles les ha contestado a todos lo mismo: los 33 niños permanecerán bajo la tutela del Gobierno y al amparo de la ONG, repartidos en casas donde una empleada que ejerce de madre cuida de entre 10 y 11 niños. La madre descansa un día a la semana y entonces viene una tía. La figura del padre no existe.

"Habrá que averiguar por qué los supuestos padres biológicos se desprendieron de los chiquillos. Todo eso lo investigará el Instituto de Bienestar de la Infancia haitiano", indica Orantes. El organismo se quedó sin oficinas tras el seísmo. Y Aldeas Infantiles les ha ofrecido parte de sus instalaciones. "Tal vez Bienestar Social decida que algunos de esos niños no están seguros en manos de ciertos padres", añade Orantes. "Hay algunos de ellos que no nos inspiran ninguna confianza". [Una mujer que asegura ser madre de cinco de los niños explica que los entregó al grupo "para que les dieran una vida mejor", pero está arrepentida, dijo ayer a los periodistas antes de declarar ante la policía, informa Efe].

Una de las detenidas negó, desde una celda de las dependencias de la Policía Judicial de Puerto Príncipe, que intentase traficar con los niños: "Teníamos permiso del Gobierno de República Dominicana para llevar a los niños a un orfanato que tenemos allí (...). Tenemos a un pastor baptista aquí cuyo orfanato se derrumbó totalmente y nos pidió llevar a los niños a República Dominicana. Yo iba a volver para hacer el papeleo. Nos acusan de tráfico de menores. Es algo que nunca haría".

En Aldeas Infantiles no creen en las buenas intenciones de esta organización. Y el Gobierno haitiano, tampoco. "Esto es un robo, no una adopción. Ningún menor puede salir de Haití sin la debida autorización y estas personas no tenían autorización", ha declarado el ministro haitiano de Trabajo y Asuntos Sociales, Yves Christalin.

Los 33 niños tendrán que convivir durante semanas o meses con los 160 chiquillos que ya acogía Aldeas Infantiles, más los 40 que llegaron tras el terremoto del 12 de enero. "Para los próximos días esperamos unos 300 damnificados. Vamos a levantar carpas y los vamos a ir alojando hasta que intentemos contactar con sus familias. Lo ideal es que vuelvan con sus padres, y, si no tienen, con algún familiar. Lo que no se puede hacer es aprovecharse de su miseria para sacarlos de su entorno con el pretexto de ofrecerles una vida mejor", dice Orantes.

Uno de los niños rescatados, en el centro de acogida.
Uno de los niños rescatados, en el centro de acogida.CRISTÓBAL MANUEL
Tres de los 10 estadounidenses detenidos, en Puerto Príncipe.
Tres de los 10 estadounidenses detenidos, en Puerto Príncipe.REUTERS

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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