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El fracaso electoral abre una gran crisis en los socialistas griegos

Los barones retan a Papandreu tras el peor resultado en 30 años

Ramón Lobo

El periódico Kathimerini (Diario), de centro-derecha, lo resume bien: las elecciones en Grecia han sido tanto una victoria personal del conservador Costas Karamanlis como una derrota del socialista Yorgos Papandreu. El primero -que recibió ayer el encargo de formar Gobierno- promete savia nueva, no olvidar a las víctimas de los fuegos y eficacia; el segundo se enfrenta a una gran rebelión interna que amenaza su liderazgo en el PASOK.

La crisis de los socialistas griegos ocupa las primeras páginas de los periódicos robándole protagonismo a Nueva Democracia (ND), que al final del escrutinio obtiene 152 escaños, sólo uno por encima de la mayoría absoluta. El resultado del PASOK -38,1% de los votos, 102 escaños- es el peor en 30 años. Algunos de sus pesos pesados, como Gerasimos Arsenis y Akis Tsohatsopulos, personajes clave en los Gobiernos de Andreas Papandreu, han quedado fuera del Parlamento. El PASOK ha sufrido varapalos en circunscripciones tradicionales de la izquierda, como la segunda de Atenas, donde han perdido cinco puntos. La derrota es de tal magnitud y profundidad que traerá consecuencias inmediatas.

"No habrá que esperar al congreso del partido. La solución va a ser rápida. Lo más probable es que Papandreu retire su candidatura y el partido elija un sustituto. Esta vez no habrá primarias", dice Makis Kuris, editor del diario Parón (Hoy) y uno de los periodistas mejor informados sobre las interioridades socialistas.

En la larguísima madrugada del lunes, Papandreu dijo que se disponía a renovar el mandato, frase que puede interpretarse como su disposición a seguir o como una dimisión indirecta. A su salida de la sede recibió abrazos y palmadas de los militantes, pero más parecía una despedida que un baño de multitudes. En esa misma madrugada, Evangelos Vinzelos, colaborador del padre de Yorgos y gran orador, presentó su candidatura a liderar el PASOK rodeado de cámaras: "Estoy presente", dijo convirtiéndose en la noticia. Vinzelos recibió ayer el apoyo de varias figuras del partido, entre ellas el ex primer ministro Costas Simitis.

Los analistas esperan que el PASOK gire ahora ligeramente a la izquierda para recuperar los votos que se le han escapado hacia Sinapismós Syriza y los comunistas ortodoxos. Ese escenario favorecería a Vinzelos, que sabrá adaptar su carisma al papel adecuado, en detrimento de la europeísta Ana Diamadopulu, que también se postula. También se espera que el futuro líder socialista fuerce la celebración de elecciones en la primavera de 2010, cuando se elige presidente. Son necesarios 181 diputados. Si no se logra en dos votaciones, la Constitución exige disolver la Cámara.

La nueva legislatura tendrá como novedad la presencia de la extrema derecha de la Alianza Popular Ortodoxa (LAOS, 10 escaños). Este partido, que logró teñir la campaña de los demás de palabras patrióticas y banderas, puede producir un efecto similar en el Parlamento en asuntos clave como Kosovo, Macedonia y Turquía, sus armas favoritas para agitar el nacionalismo griego.

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Yorgos Papandreu, el domingo tras conocer la derrota electoral.
Yorgos Papandreu, el domingo tras conocer la derrota electoral.EFE

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