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LOS PAPELES DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO | Cerco judicial a Assange

El fundador de Wikileaks promete seguir su trabajo tras salir en libertad

Julian Assange debe permanecer en Reino Unido después de pagar la fianza

Joseba Elola

Julian Assange esperó unos segundos, erguido tras las puertas del Tribunal Supremo de Londres, antes de pisar la calle. La molesta lluvia que había mojado la tarde acababa de transformarse en nieve. Con paso decidido y levantando un brazo en señal de victoria, atacó, solemne, el momento que llevaba aguardando nueve días. Ante decenas de cámaras y micrófonos que esperaban sus primeras palabras, espetó: "Qué bueno respirar de nuevo el aire fresco de Londres". Tras una ronda de agradecimientos a colegas, abogados y a los que tuvieron fe en él a lo largo y ancho del mundo, declaró: "Durante el tiempo en que he estado en solitario confinamiento en el fondo de una prisión victoriana, he tenido oportunidad de comprobar las condiciones en las que está tanta gente alrededor del mundo igualmente recluida, también en prisión preventiva, en condiciones mucho más difíciles que las que yo he afrontado. Esa gente necesita de su atención y apoyo. Y con esa esperanza espero poder continuar con mi trabajo".

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Assange exprimirá su recobrada libertad en el campo. En la que será la residencia en que debe estar localizable, la mansión de su amigo y protector Vaughan Smith, fundador del Frontline Club, foro que lucha por una prensa independiente. Pasará las Navidades en esa casa de estilo georgiano ubicada en una finca de 250 hectáreas de bosque, en Bungay, pequeño pueblo situado a unos 140 kilómetros de la capital británica, en los límites de Norfolk y Suffolk, al este del país.

Ante el mundo que escuchaba sus palabras, Assange defendió una vez más su inocencia de los cargos de acoso sexual y violación que se le imputan desde Suecia. Su equipo de abogados consiguió revocar ayer ante el Supremo la apelación que la Fiscalía británica -en nombre de las autoridades suecas- había hecho el martes, oponiéndose a la libertad bajo fianza que le acaba de ser otorgada.

En los pasillos del tribunal, poco después de dictarse la resolución judicial, Kristinn Hranfsson, número dos de Wikileaks, celebraba la resolución judicial: "Estoy encantado con la decisión del juez, es maravilloso tener de nuevo a Julian entre nosotros, ya como un hombre libre".

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-¿Era la decisión que ustedes esperaban?

-Tengo plena confianza en el sistema judicial. Si no, hubiera sido una decisión enmascarada.

Assange compareció a las 11.30 de la mañana ante el juez. Escoltado por dos agentes de policía, tomó asiento en un pequeño estrado con estilizados barrotes negros. Asistió a la apelación contra su libertad bajo fianza tranquilo y tomando notas, una de las cuales hizo llegar a su abogado Mark Stephens mediada la sesión. Elegante y con la barbilla bien alta, vestido con traje azul marino y camisa blanca, sonrió en dos ocasiones: cuando se aludió a que es un australiano que anda de aquí para allá, y cuando se conoció la decisión del juez. Al acercarse su abogado, le estrechó los brazos desde detrás de los barrotes.

Assange sale en libertad, bajo fianza de 240.000 libras (283.000 euros). De estas, 200.000 debían ser entregadas por su abogado y 40.000, depositadas como avales. Assange deberá comparecer cada día entre las dos y las cuatro de la tarde en una comisaría de policía. Como decía ayer en los pasillos del tribunal una colaboradora suya: "Sí, pero al menos podrá ir en bicicleta". El fundador de Wikileaks ha entregado su pasaporte y portará un brazalete electrónico de control.

Apenas terminada la sesión, la madre de Assange, Christine, evitó hacer declaraciones, pero se pronunció minutos más tarde frente a las escalinatas del tribunal: "No puedo esperar más a tener a mi hijo entre mis brazos". Sarah Saunders, una de las amigas de Assange en Londres que le ha avalado junto a, entre otros, Vaughan Smith, se declaró encantada con la decisión. "Julian se lo merecía". Preguntada sobre si no le planteaba conflicto avalar a un hombre acusado de violación, explicó que Julian es su amigo y que en cualquier caso, le avala para que pueda hacer frente a esos cargos. "Es un hombre sensible y muy galante", aclaró.

Pero no todo está dicho en este caso. La próxima cita de Assange con la justicia se producirá el próximo 11 de enero. Entonces se analizará la petición de extradición de las autoridades suecas y se conocerán más detalles de los cargos que pesan contra él.

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Julian Assange hace declaraciones a la prensa a las puertas del Tribunal Supremo de Londres.
Julian Assange hace declaraciones a la prensa a las puertas del Tribunal Supremo de Londres.AP

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Sobre la firma

Joseba Elola
Es el responsable del suplemento 'Ideas', espacio de pensamiento, análisis y debate de EL PAÍS, desde 2018. Anteriormente, de 2015 a 2018, se centró, como redactor, en publicar historias sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad, así como entrevistas y reportajes relacionados con temas culturales para 'Ideas' y 'El País Semanal'.

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