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El futuro más inmediato de Zimbabue

Algunas claves de la difícil situación del país africano bajo la dictadura de Mugabe

Tras las fraudulentas elecciones presidenciales de Zimbabue, el país africano se enfrenta a un escenario marcado por la dictadura de Robert Mugabe, aferrado al poder desde hace 28 años. A sus 84 años, Mugabe ha decidido salirse con la suya sin importarle el rechazo de pleno de la comunidad internacional y los problemas acuciantes de la sociedad zimbabuense. La miseria de Zimbabue es escalofriante: 80% de paro, 1.400.000% de inflación, 25% de la población exiliada, ambiente de violencia e intimidación? Los siguientes puntos recorren algunas de las claves del presente y el futuro más inmediato de Zimbabue, bajo el puño de hierro de su dictador.

Un déspota aislado

Estados Unidos, Reino Unido y Francia han asegurado que no reconocen a Robert Mugabe como presidente de Zimbabue después de que el déspota hizo oídos sordos y celebró elecciones. Igual camino tomarán la mayoría de los líderes africanos (Kenia ha pedido el envío de soldados de la Unión Africana a Zimbabue) y la Unión Europea. Nelson Mandela, símbolo de la liberación africana, y el arzobispo surafricano Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz, han condenado con dureza el régimen de Mugabe.

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Colapso político

La política del país ha quedado hecha trizas con la celebración de unos comicios sin oposición, que sólo han servido para que Mugabe se envista presidente de nuevo y declare su "arrolladora victoria" en un panorama político sin rivales por intimidación y presión policial. Pese a todo, el líder opositor, Morgan Tsvangarai, ha planteado como opción de mínimos un gobierno de unidad nacional para salir de la crisis, pero parece improbable.

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Más sanciones internacionales

Hasta el momento, la Unión Europea ha impuesto sanciones a Mugabe y a sus más de 130 colaboradores cercanos. La lista de represalias podría extenderse y aplicarse a sus familiares, incluyendo sus hijos que no podrían estudiar en el extranjero. También está previsto que la UE y EE UU lleven a cabo sanciones económicas y comerciales, algunas de las más preocupantes para el Gobierno de Zimbabue en la industria minera.

Degradación económica y violencia

El país vive en un nivel absoluto de subsistencia y pobreza. La cifra del paro se ha elevado a 80% entre la población y el índice de inflación ha alcanzado un 1.400.000%. Pero no se trata sólo de inflación: el PIB per cápita es ahora el 10% de lo que era en 2000. Tampoco hay buenos servicios públicos ni gasolina. El ambiente de intimidación, por otra parte, no ha parado de crecer desde la primera vuelta de las elecciones en marzo. Según las ONG, unos 100 muertos y miles de torturados y detenidos por manifestarse en contra del Gobierno. El país tiene hoy por hoy unos 200.000 refugiados.

Intervención militar

El líder opositor, Morgan Tsvangirai, pidió en un primer momento la ayuda internacional y el envío de fuerzas de paz de la ONU. Un clamor que comparte el arzobispo surafricano, Desmondo Tutu, que ayer solicitó a la ONU una intervención en el país africano. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse esta semana, tal y como anunciaron los líderes del G-8, para tomar una decisión y un plan de actuación contra Mugabe. El dictador no puede ser procesado por la Corte Internacional porque Zimbabue no firmó la carta de ingreso, así que cualquier acción necesita del respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.

Un soldado del Ejército de Zimbabue sujeta un retrato de Robert Mugabe, presidente del país.
Un soldado del Ejército de Zimbabue sujeta un retrato de Robert Mugabe, presidente del país.AP

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