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Reportaje:

Los griegos no creen en complots

El Gobierno conservador cae en los sondeos al insinuar que los fuegos son una conspiración

La teoría de la conspiración a la griega tampoco cuela. La primera encuesta tras el desastre en forma de fuego que tiene a Grecia contra las cuerdas supone un varapalo para el Gobierno derechista, que lleva días insinuando que se trata de un ataque deliberado para cargarse al Ejecutivo en los comicios del 16 de septiembre. Este remiendo inspirado en el discurso de parte de la derecha española tras el 11-M no parece haber calado. Sólo el 38% cree que el primer ministro, Costas Karamanlis, que adelantó los comicios, merece un segundo mandato, frente al 52%, que opina que debe abandonar el cargo.

El resto de los encuestados no sabe o no contesta. La izquierda superaría en seis puntos a la derecha si las elecciones fuesen ahora, pese al estancamiento de los socialistas.

"Plan de ataque contra nuestro país", claman los diarios progubernamentales

"Plan de ataque contra nuestro país", claman los periódicos progubernamentales. Eso mismo insinúan algunos ministros con palabras menos explícitas, mientras tratan de frenar una tragedia que aún no se detiene. ¿Alguna prueba? Ninguna, por ahora.

Muchos luchan solos contra el fuego sin medios ni presencia de autoridades, a las que ven en televisión insistiendo en sus insinuaciones de que alguien quiere cambiar el resultado electoral a través de los incendios. "Si alguien nos ataca, que nos digan de una vez quién es", protesta sin ocultar su irritación Costas Maskris, de 45 años e inglés impecable. Tanta insistencia en el ataque ha aumentado la desconfianza contra el Gobierno y se empieza a dudar de todo, incluso de los últimos arrestos.

"Necesitan pillar a alguien cuanto antes, y de repente resulta que logran incluso grabar a unos pirómanos en el momento exacto de empezar un fuego y no dejan de pasarlo por televisión. ¡Qué casualidad!, ¿no?", añade Maskris, que no sabe si reírse o pegarle un puñetazo a alguien.

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La hercúlea defensa de la Antigua Olimpia, salvada in extremis de las llamas y vendida por el Gobierno como un gran éxito, lleva camino de convertirse también en un fiasco. No es sólo que se quemara todo lo que rodea las ruinas y el fuego calcinara incluso la hierba contigua a la pista de atletismo del antiguo estadio. Ni siquiera es que se dejara en el olvido a la gente de la actual Olimpia, que luchaba sin ninguna indicación contra las llamas mientras todos los medios estaban en las ruinas. Hay más: ahora se ha sabido que en realidad el costosísimo sistema antiincendio de toda la zona, que debía preservar no únicamente las ruinas, sino decenas de kilómetros a la redonda, no funcionó... por falta de mantenimiento. Las ansiadas lluvias que pongan fin a la pesadilla no llegaron ayer a Grecia, pero sí llovieron las críticas internacionales por la actuación gubernamental ante la supuestamente heroica defensa de la Historia.

La encuesta encargada por una cadena privada, publicada ayer en la prensa griega, es la primera tras los incendios que han causado la muerte a al menos 63 personas, y es devastadora para el primer ministro Karamanlis. El 52% exige que se vaya a casa.Y la izquierda supera en su conjunto a la derecha por casi seis puntos, cuando hace apenas una semana todos los estudios daban como seguro ganador al gubernamental Nueva Democracia. Esta formación registra ahora un empate técnico con los socialistas de George Panadreu, sobre los que se mantiene una gran desconfianza. Es el incremento detectado en la intención de voto de las pequeñas formaciones de izquierda el que explicaría, combinado con el retroceso de Nueva Democracia, el súbito giro en las encuestas.

El Gobierno trata de mostrar firmeza con las detenciones y pide unidad en un momento de crisis tan importante. Y sus partidarios airean su indignación frente a todos los que le critican en momentos tan duros. "Es verdaderamente increíble que a alguien se le ocurra meter cizaña en momentos tan delicados", opina muy enojado George Vikatos, que tuvo que huir de su casa en Olimpia ante el avance del fuego. "Los socialistas están detrás de los incendios, no tienen escrúpulos", añade en Atenas Ioannis Dinos.

Mientras tanto, el fuego sigue avanzando. Un nuevo incendio se inició en un monte en la localidad de Gramatikos, a unos 20 kilómetros al este de Atenas, mientras que otros focos se declararon en la península del Peloponeso, informa Efe. En el Peloponeso se recogieron los cadáveres de varios miles de ovejas y cabras calcinadas que representaban un peligro para la salud pública.

Ayer había muchos problemas en la isla de Eubea, al noreste de Atenas. Algunos se lamentan ya de que la temporada turística ha llegado a su fin antes de hora. Mariangeles Galani, argentina afincada en Grecia, trata asuntos menos importantes que Karamanlis, pero no por ello tenía ayer menos quebraderos de cabeza. Dirige una agencia de viajes y no sabía dónde encontrar el tiempo para contestar a los centenares de mensajes electrónicos de clientes que quieren asegurarse de que pueden viajar a Grecia sin verse atrapados en el fuego.

Un sacerdote ortodoxo, entre los restos quemados de una iglesia de Greka, en el Peloponeso.
Un sacerdote ortodoxo, entre los restos quemados de una iglesia de Greka, en el Peloponeso.ASSOCIATED PRESS
Un helicóptero antiincendios en la isla de Eubea.
Un helicóptero antiincendios en la isla de Eubea.BERNARDO PÉREZ

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