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Caos aéreo en Europa

Las aerolíneas europeas piden una revisión de las restricciones en el espacio aéreo

KLM y Lufthansa se plantean restablecer parcialmente sus operaciones tras realizar varios ensayos para evaluar los efectos de la ceniza.- Las autoridades esperan que este lunes opere el 50% de los vuelos

Los vuelos de prueba de varias aerolíneas europeas a través de la nube de cenizas volcánicas continúan teniendo resultados positivos, lo que abre una vía para paliar el caos en el espacio aéreo europeo provocado por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla. Lufthansa, KLM, Air France y Bristish Airways han concluido sin incidentes varios vuelos sin pasajeros, lo que ha llevado a las principales compañías continentales a cuestionar la proporcionalidad de las medidas adoptadas por los organismos de control y seguridad del tráfico aéreo. Los pilotos de diversos países también han solicitado que se les tenga en cuenta antes de tomar decisiones.

La Asociación de Aerolíneas Europeas y la sección europea del Consejo Internacional de Aeropuertos han pedido la "inmediata reevaluación de las restricciones aéreas". Ambas organizaciones, que representan a las 36 mayores aerolíneas y a 400 aeropuertos del continente, han señalado que "las aerolíneas y aeropuertos europeos consideran que la seguridad es una prioridad, pero cuestionan a la vez la proporcionalidad de las restricciones impuestas actualmente a los vuelos".

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"La erupción del volcán islandés no es una situación sin precedentes y los procedimientos aplicados en otras partes de todo el mundo por erupciones volcánicas no parecen requerir el tipo de restricciones que se están imponiendo ahora en Europa", indica el comunicado, que puede consultarse en la web de la Asociación de Aerolíneas Europeas.

Algunas aerolíneas también han emitido comunicados de queja a título individual. "Estamos asombrados de que los resultados de los vuelos de prueba realizados por Lufthansa y Air Berlin no hayan tenido ninguna relación en las decisiones de las autoridades de seguridad aéreas", escribe el presidente de Air Berlín, Joachim Hunold.

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Las objeciones planteadas por las aerolíneas han encontrado reacciones oficiales. El comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, ha reconocido que la situación actual "no es sotenible". "No podemos esperar hasta que el flujo de cenizas desaparezca", ha indicado Kallas, quien ha señalado que espera que el 50% del espacio aéreo europeo esté abierto este lunes.

La previsión del comisario de Transporte no implica, sin embargo, un cambio en los protocolos seguidos hasta ahora, ya que se basa en las predicciones meteorológicas. "El pronóstico del tiempo indica que posiblemente operará el 50% de los vuelos. Será difícil y por eso tenemos que coordinarnos", indicó el secretario de Estado español para la Unión Europea, Diego López Garrido, al término de la reunión de responsables europeos de tráfico aéreo en la sede de la Organización Europea para la Seguridad Aérea (Eurocontrol).

Mientras, el ministro alemán de Transportes, Peter Ramsmauer, defendía la prohibición de volar. "Hacer cualquier otra cosa sería irresponsable", dijo Ramsauer, quien ha añadido que las restricciones podrían prolongarse varios días en función de las condiciones meteorológicas.

En Londres, un portavoz del Met Office, del que depende el Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas, encargado de emitir alertas sobre volcanes del norte de Europa, ha insistido en que su predicción se basa en observaciones hechas desde tierra y satélites para detectar la presencia de partículas de ceniza en el cielo que no son visibles por el ojo humano. "Va a haber áreas libres [de cenizas], pero eso no significa que esas áreas vayan a quedarse estáticas en el mismo lugar", ha indicado a Reuters el portavoz, quien ha respondido a las declaraciones de Air Berlin que "porque ellos tengan una zona clara no significa que la nube no siga allí".

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estimó el pasado viernes que el cierre del espacio aéreo tendría un impacto financiero sobre las aerolíneas de 150 millones de euros en pérdidas diarias, sin incluir los costos adicionales por los desvíos de vuelos, por la atención a los pasajeros afectados y por el mantenimiento de las aeronaves en tierra.

Los pilotos piden que se les tenga en cuenta

Pese a estar entre los principales afectados, las aerolíneas no son las únicas que han reclamado voz a las autoridades encargadas de seguridad aérea en la toma de decisiones. La Asociación Británica de Pilotos de Aerolíneas (BALPA, por sus siglas en inglés), ha pedido a las autoridades británicas encargadas de aviación que consulten con los responsables de otros países con más experiencia en este tipo de situaciones. "Esta no es la primera erupción volcánica que ha habido en el mundo, pero es la primera vez que se cierra una espacio aéreo tan extenso durante tanto tiempo, sin que se vea el final", indica el comunicado, recogido por la agencia Efe.

El sindicato que representa a los pilotos se pregunta "si el NATS [organismo que regula el tráfico aéreo en Reino Unido] y la Oficina Meteorológica han contrastado sus conclusiones con la de sus colegas en otras partes del mundo, muchas de las cuales tienen una mayor experiencia práctica en tratar con nubes de ceniza causadas por erupciones volcánicas".

Un portavoz de BALPA ha asegurado, a requerimiento de EL PAÍS, que la postura de los profesionales en el Reino Unido es "de máxima cautela". Este portavoz ha señalado que el deseo de sus asociados es que "el espacio aéreo en toda Europa se abra completamente lo antes posible", pero ha añadido que "la situación es preocupante y han de tomarse todas las precauciones posibles" pese a los vuelos de prueba que se están realizando, informa Manuel Cuéllar. El sindicato británico ha pedido además una reunión de todos los sectores afectados y solicitará "ayuda financiera" a las autoridades para paliar las pérdidas que las compañías han sufrido por culpa de las suspensiones de vuelos.

También la Asociación de Pilotos Holandeses (VNV) ha apostado por una revisión de las decisiones adoptadas hasta ahora. "La concentración de partículas en las atmósfera es con toda probabilidad muy pequeña y no supone una amenaza para el transporte aéreo", ha indicado el presidente de VNV, Evert van Zwol. Su asociación cree, junto con otras asociaciones hermanas, que es posible una reanudación parcial de vuelos con algunas restricciones, ha indicado Reuters.

Vuelos de prueba

Hasta ahora, la última de las grandes aerolíneas europeas en realizar sin incidentes un vuelo de prueba es British Airways. Un Boeing 747 de la compañía británica despegó este domingo a las 19 (hora peninsular española) del aeropuerto londinense de Heathrow, permaneció durante una hora a 40.000 pies (unos 12.000 metros) de altitud, sobrevoló Irlanda y aterrizó sin problemas en Cardiff a las 20.41 horas. A bordo de la nave iban dos pilotos, dos ingenieros y el director general de la compañía, Willie Walsh.

Horas antes, Air France anunció que el primer vuelo de prueba realizado para comprobar el comportamiento de un A320 en la situación meteorológica actual se hizo en "condiciones normales". El avión de prueba la aerolínea francesa despegó del aeropuerto de París-Charles de Gaulle -cerrado al tráfico comercial- y aterrizó en el de Toulouse (sur).

La compañía holandesa KLM, asociada con Air France, fue una de las primeras en iniciar vuelos de prueba. El resultado fue satisfactorio, según ha anunciado la compañía, que confía en obtener permiso para restablecer parcialmente sus operaciones, ya que quiere que siete de sus aviones vuelen de Alemania a Ámsterdam este domingo. "Los vuelos sobre los Países Bajos han sido seguros, al igual que los que hemos realizados en otros espacios aéreos", señaló un portavoz del Ministerio holandés de Transportes.

La alemana Lufthansa ha realizado pruebas con diez aviones entre Francfort (uno de los mayores aeropuertos europeos, cuya reapertura ha sido anunciada esta tarde) y Múnich. Un portavoz de la aerolínea ha precisado que las naves han volado a una altitudes de 3.000 y de 8.000 metros. "Todos los aviones han sido inspeccionados en Francfort y no hemos encontrado daños sobre las lunas o el fuselaje ni tampoco hemos observado ningún efecto en los motores", ha precisado.

KLM ordenó que un Boeing 737-800 volase sobre Holanda a una altitud normal de diez kilómetros -13 como máximo- y a otras altitudes. "No hemos encontrado nada inusual, ni durante el vuelo ni durante la primera inspección una vez en tierra, ha indicado el director ejecutivo de la compañía Peter Hartman, que participó directamente en el vuelo de prueba. Según la aerolínea, si los exámenes técnicos lo confirman, se reestablecerán los siete vuelos de Dusseldorf a Ámsterdam.

Según Eurocontrol, la Organización Europea de Seguridad Aérea, los despegues o aterrizajes no están permitidos en la mayoría de los países del norte y centro de Europa debido a la ceniza que escupe el volcán en Islandia, todavía en erupción.

Niki Lauda: "Es el vuelo más bonito que jamás he hecho, con cielo azul"

Niki Lauda, ex piloto de fórmula uno y propietario de la aerolínea austríaca Fly Niki, se ha unido a las voces que cuestionan el peligro de la nube de ceniza para los vuelos comerciales.

El tricampeón mundial se ha puesto a los mandos de un Airbus 320 de su compañía, que ha realizado un vuelo de prueba de 300 kilómetros entre Viena y Salzburgo. Tras aterrizar en la ciudad de Mozart, el aeropuerto de Salzburgo con un Airbus A 320

de su compañía, el pìloto y empresario ha asegurado que no ha detectado ninguna cosa anormal durante el trayecto.

"Este ha sido el vuelo más bonito que jamás he hecho, con cielo azul. No entiendo nada de lo que pasa", ha dicho Lauda, quien asegura que no ha tenido miedo ni un mal presentimiento durante el viaje.

El aparato permanecerá en Salzburgo para que ser examinado de restos de polvo volcánico en sus motores, aunque Lauda se ha mostrado convencido de que no se encontrará nada sospechoso y ha criticado duramente el cierre del espacio aéreo en Austria y otros países, amenzando incluso con querellarse contra Austro Control, la autoridad responsable de la seguridad aeronáutica del país.

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