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Hezbolá desafía al Gobierno antisirio de Líbano con una huelga general con 3 muertos y más de 100 heridos

El Ejecutivo de Siniora advierte de que no se dejará "intimidar" por la violencia de los opositores en una jornada de huelga que ha paralizado el país

La huelga general convocada por la oposición libanesa para derrocar al Ejecutivo del primer ministro Fuad Siniora ha sumido hoy al país del cedro en un caos de violencia, con enfrentamientos en las calles de Beirut y otras ciudades libanesas entre partidarios del Ejecutivo prooccidental y fuerzas prosirias lideradas por Hezbolá. Al menos tres personas han muerto y más de 100 han resultado heridas por impactos de bala. La policía ha informado de la muerte por disparos de un miembro de las fuerzas progubernamentales en la ciudad de Batroun, al norte de Beirut, la capital. Otra persona ha perdido la vida en la localidad portuaria de Tripoli, de mayoría suní musulmana. Se ha informado de un tercer muerto en Sofar (este del país).

Beirut ha sido escenario de los choques mas violentos. Seguidores de Hezbolá han bloqueado desde primera hora de la mañana las calles de la ciudad, en una intensificación de la protesta antigubernamental que empezó hace ya dos semanas. Los manifestantes han quemando coches, neumáticos, y basura provocando el corte de las calles. El golpe más espectacular de los huelguistas ha tenido lugar en el aeropuerto de Beirut, el único internacional del país, que ha sido bloqueado parcialmente. Varias de sus vías de acceso han quedado intorpecidas por las barricadas y algunos de los vuelos, como los que la línea nacional Middle East Airlines opera hacia El Cairo, París, Kuwait, Qatar y Omán, han sido suspendidos.

La mayoría de los comercios de Beirut y otras ciudades tampoco han podido abrir sus puertas, aunque muchos de ellos habían anunciado que no se sumarían a la huelga. Solo algunos bancos lo han hecho en algunas regiones, mientras que los colegios, que en un principio habían llamado a un día normal, han enviado mensajes a través de teléfonos móviles anunciando la suspensión de las clases.

Esta noche (hora española), Hezbolá ha decidido poner fin a su protesta con el levantamiento de las barricadas que han impedido el tráfico en numerosas carreteras del país. Además, la carretera que da acceso al aeropuerto de Beirut ha empezado a despejarse, según han informado fuentes de la oposición y gubernamentales. La televisión libanesa New TV ha informado de que los opositores no descartan nuevas acciones en el futuro.

"Un golpe de Estado" encubierto

Ante la gravedad de la situación, el primer ministro Siniora ha comparecido esta tarde en televisión para anunciar que su Gobierno se mantendrá firme ante "la intimidación" exhibida hoy por los grupos de oposición. "Permaneceremos unidos contra la intimidación; permaneceremos unidos en la contienda", ha proclamado Siniora al término de una jornada de paro en la que el Ejército y la policía, desplegados desde la noche anterior, han sido criticados con dureza por su pasividad frente a la violencia.

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Algunos partidos pro gubernamentales han calificado lo sucedido de "golpe de Estado". "La autoridad no hizo su deber y defendió a los manifestantes en lugar de despejar las carreteras las rutas y proteger a los ciudadanos que querían trabajar", ha denunciado el líder cristiano Samir Geagea, jefe de las derechistas Fuerzas Libanesas. Según Geagea, "lo que está sucediendo nada tiene que ver con la democracia y la libertad. Quieren transformar su movimiento en un golpe de Estado", ha dicho a la televisión LBC. El general cristiano Michel Aoun, aliado de Hezbulá y uno de los convocantes de la huelga, ha declarado que el paro había sido "un éxito", congratulándose de la actuación de las fuerzas de seguridad que "hicieron su deber y contuvieron la violencia".

El paro general culmina el movimiento iniciado por la oposición el pasado 1 de diciembre con una sentada simbólica ininterrumpida en el centro de Beirut. La movilización busca en último término derrocar el Gobierno de Fuad Siniora, al que acusa de pro occidental y de trabajar contra los intereses de Líbano. Además, la huelga tiene lugar a dos días de la conferencia París III, destinada a ayudar al resurgimiento del Líbano tras la guerra israelí del pasado verano.

Reuters Mohamed Azakir

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